Pide FAO apoyo para evitar crisis humanitaria en Afganistán
El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), QU Dongyu, pidió asistencia urgente para ayudar a salvar la próxima cosecha de trigo, mantener vivos a los animales de granja que sirven de sustento y evitar el empeoramiento de las crisis humanitarias que se viven en Afganistán, que ya son graves.
La FAO está tratando de reunir 36 millones de dólares para acelerar el apoyo que presta a los agricultores afganos y asegurarse de que no pierden la próxima temporada de siembra de trigo de invierno y para prestar asistencia hasta el fin del año a los medios de vida agrícolas de 3.5 millones de afganos vulnerables.
“Disponemos de muy poco tiempo para ayudar a los agricultores afganos antes del invierno. Es fundamental aumentar y acelerar el apoyo inmediatamente. Sin asistencia urgente y rápida, los agricultores perderán esta temporada de siembra crucial, que está empezando justo ahora”, dijo QU en la Reunión ministerial de alto nivel sobre la situación humanitaria en el Afganistán, convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres en Ginebra.
Alrededor del 70 % de los afganos vive en zonas rurales y millones de ellos dependen de la agricultura para su sustento. Más de la mitad del aporte calórico medio diario de los afganos proviene del trigo, la mayor parte del cual se cultiva en el país.
La agitación política del país se suma a una intensa sequía y a los prolongados efectos económicos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (Covid-19), lo que significa de uno de cada tres afganos, o sea, 14 millones de personas, ya está padeciendo un alto grado de inseguridad alimentaria aguda.
La FAO también se propone prestar apoyo en el ámbito de la asistencia veterinaria y la nutrición de los animales, con vistas a mantener vivos y productivos a los animales de granja que sirven de sustento, así como proporcionar equipos para iniciar la producción de hortalizas y aves de corral que permitan a las familias alimentarse ellas mismas y obtener ingresos complementarios. A los hogares muy vulnerables encabezados por mujeres, personas con discapacidad y ancianos se les hacen llegar pagos en efectivo incondicionales.
Sin apoyo urgente, los agricultores y los pastores podrían perder sus medios de vida y verse obligados a abandonar las zonas rurales, lo que añadiría más presión a las zonas urbanas y periurbanas en cuanto desplazados internos. Prestar asistencia a los desplazados internos es mucho más costoso que hacerlo en su lugar de origen. Por ejemplo, con menos de 150 dólares, un paquete de semillas de trigo de invierno que comprende fertilizante, semillas certificadas y capacitación, puede producir alimentos suficientes para cubrir las necesidades de una familia durante un año.
“Necesitamos que los agricultores se queden en sus campos y los propietarios de ganado con sus rebaños para prevenir una crisis más profunda que haga aumentar las necesidades de asistencia en el futuro”, dijo el director de la FAO.