Prácticas agrícolas principal amenaza de los ríos
Los ríos sustentan un tercio de la producción mundial de alimentos, sin embargo, las prácticas agrícolas son una de las mayores amenazas para estos y la producción de alimentos que sostienen, señaló el líder mundial de Alimentos de WWF, Joao Campari.
“Necesitamos con urgencia transformar la forma en que producimos alimentos para reducir el impacto sobre el clima, la naturaleza y los ríos, y asegurarnos de que podamos nutrir a 10 mil millones de personas dentro de los límites planetarios para el 2050” apuntó.
En el estudio “Ríos de Alimentos” realizado por la WWF describe cómo estos sustentan cuatro componentes clave de la producción mundial de víveres: riego, pesca de agua dulce, deltas y agricultura en tierras aluviales, y cómo el sistema completo corre un riesgo creciente debido a la degradación en curso de los ríos del mundo.
“Los ríos son fundamentales para alimentar al mundo, pero proteger y restaurar su salud y resiliencia ni siquiera están en la periferia de los debates sobre los sistemas alimentarios globales”, dijo el líder mundial de Agua Dulce de WWF Stuart Orr.
Pasados por alto y subvalorados, los ríos están bajo una presión cada vez mayor debido al uso excesivo del agua, la sobrepesca, el represamiento para la generación de energía hidroeléctrica, la contaminación y el cambio climático. La agricultura por sí sola representa más del 70 % de toda el agua dulce utilizada por las personas, mientras que también es el mayor contaminador de ríos y ecosistemas de agua dulce, y un importante contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y la pérdida de biodiversidad.
Hoy el 75 % de los cultivos de regadío crecen en áreas con estrés hídrico, cifras que solo empeorarán a medida que el mundo se calienta. Mientras tanto, sólo un tercio de los grandes ríos fluye libremente, a pesar de que son fundamentales para la estabilidad de los deltas y la supervivencia de las pesquerías de agua dulce, señala el estudio.
La señal más clara del daño que hemos causado, y que seguimos causando a nuestros ríos, es el colapso de la biodiversidad de agua dulce. En los últimos 50 años, hemos perdido el 84 % de nuestras poblaciones de especies de agua dulce, mucho más que en los ecosistemas terrestres o marinos. Los sistemas alimentarios son responsables del 50 % de la pérdida de esta biodiversidad.
“Un tercio de las especies de agua dulce están en riesgo. Un tercio de los peces de agua dulce se enfrenta a la extinción. Estas impactantes estadísticas recalcan la grave amenaza para un tercio de la producción mundial de alimentos que depende de los ríos”, dijo Orr. “Si nuestros ríos no pueden sustentar especies de agua dulce, no podrán sustentarnos a nosotros. Los gobiernos deben estar de acuerdo con los objetivos de agua dulce en el nuevo marco global para la naturaleza; de lo contrario, todos pagaremos el precio”.
Existe una urgente necesidad de sistemas alimentarios saludables, sostenibles y equitativos, ya que nuestras prácticas actuales de producción y consumo son los principales impulsores del cambio climático, la pérdida de la naturaleza y el aumento del hambre. Se espera que a finales de esta semana, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU anuncie acciones, soluciones y estrategias para transformar el sistema alimentario mundial.
Estas acciones deben fortalecer la resiliencia de los sistemas fluviales, asegurar que las pesquerías naturales y la acuicultura sean sostenibles, mantener el flujo libre de los ríos y promover la adopción de dietas saludables, entre otras medidas para proteger y restaurar los ríos.