Preocupa a industria de agroquímicos que Conacyt encabece políticas del glifosato
La industria de productores de agroquímicos externó su preocupación porque sea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la dependencia responsable de emitir “recomendaciones anuales a las autoridades competentes que les permitan sustentar, en su caso, la cantidad de glifosato que autorizarán a los particulares para su importación”, como lo establece el decreto que entró en vigor el primero de enero del presente año.
En un comunicado, la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) manifestó su satisfacción la reapertura de la importación de glifosato resultado del reciente encuentro con autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Sin embargo, cuestionó que sea Conacyt el que coordine, articule, promueva y apoye las investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos e innovaciones que le permitan sustentar y proponer a las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y Semarnat, alternativas al glifosato; cuando hay dos instituciones de primer nivel especializadas en el sector agropecuario, INIFAP y Senasica, que deberían de ser las responsables de esto.
El presidente de la UMFFAAC, Luis Eduardo González Cepeda, dijo que “parece claro que hay funcionarios en diferentes áreas del gobierno federal que prefirieron encomendar al Conacyt la responsabilidad de encontrar alternativas al glifosato, quizás porque el INIFAP, “ha reconocido que no hay, hasta ahora, alternativas al glifosato, y que no han encontrado evidencia sobre su impacto en la salud y medio ambiente”.
González Cepeda externó también su extrañeza porque el decreto que busca prohibir el glifosato de atribuciones al Conacyt en materia agropecuaria, “cuando ni siquiera tenemos certeza que los ventiladores prometidos para pacientes graves de Covid estén funcionando”. Se preguntó con qué recursos o infraestructura podrá esa institución encabezar investigaciones para encontrar alternativas al herbicida; cuando no tiene la capacidad técnica, ni operativa para hacerlo.
El presidente de la UMFFAAC exhortó a la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, a que emita la convocatoria para realizar los estudios encaminados a encontrar alternativas al glifosato ya que el decreto establece que el Conacyt “podrá invitar a grupos organizados de productores agrícolas, a la industria de agroquímicos, a las organizaciones de productores de bio-insumos e insumos agrícolas orgánicos para que participen en el diseño, promoción o implementación de las alternativas (al glifosato).”
El presidente de la UMFFAAC también recordó que el glifosato se utiliza en un 60% en los cultivos de maíz y que 10 estados del país contribuyen con el 80% de la producción de ese grano esencial para la alimentación de los mexicanos, de modo que limitar o eliminar su uso producirá un aumento en los costos de producción hasta en un 300 por ciento por hectárea y se reduciría la producción de alimentos entre un 20 y 40 por ciento.
González Cepeda dijo que si el eslogan de los opositores al glifosato es “Sin maíz, no hay país”; no entienden o no quieren aceptar que “sin glifosato puede no haber maíz“, en volumen suficiente para una nación de casi 130 millones de habitantes y que tendrá que importar casi 18 millones de toneladas de ese grano básico en 2021.