Internacionales

Conocimiento científico esencial para la gestión sostenible de los océanos

Con más de tres mil millones de personas que dependen en gran medida de los ecosistemas marinos para su alimentación y sustento, el despliegue de soluciones para alcanzar los objetivos relacionados con los océanos depende de las acciones de las generaciones actuales y futuras.

Durante la cuarta jornada de la Conferencia de la ONU sobre los Océanos se habló del papel de la comunidad científica para hacer posible la transformación azul de la relación de la humanidad con el mar.

En los últimos años se ha producido una mayor innovación científica y un progresivo reconocimiento de la importancia que tiene la oceanografía para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a cumplirse en 2030.

Hay iniciativas que están siendo implementadas no solo por la ONU, sino también por los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad científica.

La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) es el organismo que trabaja para reforzar la colaboración internacional en materia de ciencias del mar e investigación oceánica, una labor que ningún país puede realizar por sí solo.

Un momento crítico

Emanuel Gonçalves, miembro del consejo y científico jefe de Océano Azul Foundation, reiteró la necesidad de actuar ya: “no podemos esperar 30 años más para proteger el 8% del océano, que es lo que tenemos ahora; incluso ese 8% no está adecuadamente protegido. Solo entre el 2% y 3% está totalmente protegido, así que debemos poner en marcha esta agenda ahora mismo, y no en 2030”, afirmó Gonçalves.

La promoción de la ciencia oceánica reconocida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece las obligaciones de los Estados y las organizaciones internacionales de promover la cooperación internacional en la investigación científica marina, optimiza las condiciones para los científicos y promueve la difusión de datos científicos.

Como la alta mar representa más de la mitad de los océanos, Gonçalves subrayó la necesidad imperante de resolver su problema de gobernanza.

“Los mecanismos actuales no nos permiten establecer áreas protegidas, y sin alta mar no es posible proteger el 30% de los océanos. Debemos asegurarnos de que el acuerdo sobre alta mar avance, no solo ahora, y encaminarlo para que las instituciones puedan garantizar esta protección y ponerla en marcha”, dijo el experto.

La vida depende de los océanos

Para la bióloga marina y oceanógrafa Sylvia Earle, la vida depende de los océanos: “el océano nos mantiene vivos, y tenemos que mantener vivo al océano”, apuntó, pidiendo que cada uno de nosotros haga algo para salvarlos: “en tu patio trasero, ¿qué vas a hacer para plantar plantas, flores y árboles autóctonos que puedan ayudar al océano? Proteger la naturaleza es tarea de todos”.

Gonçalves sugiere tres cosas para ayudar a salvar el océano: votar, promover soluciones a los problemas y cambiar nuestro comportamiento de consumo.

Asimismo, al hablar de la iniciativa RISE UP for the Ocean (un llamamiento conjunto de la sociedad civil, los pescadores, los pueblos indígenas y las organizaciones filantrópicas a los gobiernos y las empresas para adoptar medidas para salvaguardar el océano) Gonçalves reclamó que lo que el que el mundo necesita es pasar de un llamamiento a la acción, a un plan concreto de acción.

Por su parte, Liu Zhenmin, jefe del departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA), sostuvo que la declaración política que se aprobará el viernes, tras el acuerdo de los Estados miembros alcanzado antes de Lisboa, demuestra que el mundo está en vías de tomar medidas urgentes para evitar un daño cada vez mayor al océano, y calificó el resultado de “tranquilizador y profundo”.

Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button