Cuantiosas pérdidas económicas para EU provocaría cerrar mercado mexicano a maíz transgénico

La prohibición de México al ingreso de maíz transgénico tendría “graves consecuencias” para la economía de los Estados Unidos, cuyas pérdidas ascenderían a 73 mil 890 millones de dólares (mdd) en producción económica, mientras que su PIB observaría una contracción de 30 mil 550 millones, esto en un periodo de 10 años. Además perdería 32,217 empleos por año.

Los principales impactos para los estadounidenses de se darían por la pérdida de ingresos agrícolas, la contracción en la industria ferroviaria, los cambios en la industria del etanol y en el sector de molienda húmeda de maíz, revela un informe de World Perspectives, Inc., patrocinado por las principales empresas alimentarias y de agroquímicos de México y Estados Unidos.

“Claramente, una política de México que prohibiera las importaciones de maíz y productos de maíz tendría graves consecuencias para la economía estadounidense, sus consumidores y trabajadores”, puntualiza.

En el caso de México, la política de prohibir el ingreso de maíz genéticamente modificado (GM) o transgénico procedente de Estados Unidos no sólo afectaría el abasto de materia prima para la industria mexicana, sino podría provocar una caída en su PIB de 11.7 mil millones de dólares (mdd) en 10 años, mientras que la producción económica se reduciría 19 mil 390 mdd. En forma adicional habría una pérdida anual de 56,958 empleos.

El análisis alerta que: “las restricciones a las importaciones de maíz estadounidense GM afectaría negativamente la seguridad alimentaria en América del Norte y aumentarían los precios al consumidor del maíz, los alimentos básicos y otros productos críticos derivados del maíz, particularmente en México”.

Según el documento, en una década México pagaría 9 mil 730 mdd en precios más altos para importar maíz no transgénico, dado que esto supondría un aumento del 19% en el precio para importar este tipo de grano.

El texto señala que los precios de los derivados del maíz más consumidos entre los mexicanos ,“aumentarían drásticamente”. Estima que en el primer año de prohibición del maíz transgénico los precios de las tortillas aumentarán 16 por ciento, seguido de un aumento del 22% al año siguiente y un aumento del 30% en el tercer año de prohibición.

 [Cabe aclarar que la tortilla en México se elabora con maíz blanco y el importado, estimado en 18 millones de toneladas para este año, es básicamente grano amarillo destinado al sector pecuario].

En este sentido, World Perspectives, Inc. subraya que: “una prohibición del maíz transgénico provocaría un aumento en los precios del maíz amarillo, lo que impactaría en los precios del maíz blanco y, por extensión, en el IPC (Índice de Precios al Consumidor) de alimentos de México”, además del impacto en la producción de carne.

El sector ganadero mexicano vería incrementado el precio de alimento para animales en 13.7%, en promedio, durante 10 años. Este costo añadido reduciría la producción de productos ganaderos (carne y productos lácteos) en 1.2% anual. Los sectores avícola y porcino sufrirían los mayores recortes en la producción, que se reduciría 17% y 13%, respectivamente. La industria de carne y lácteos tendrían caídas de 9% y 8%, cada una.

El análisis de World Perspectives, Inc. advierte que la contracción del sector ganadero tendría implicaciones negativas para la economía mexicana y se perderían 31,375 puestos de trabajo al año, así como 3 mil 430 mdd del PIB y 6 mil 330 mdd de la producción económica.

Según información difundida por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) con la prohibición referida, “para las poblaciones más pobres de México, los precios podrían subir hasta el punto de que los huevos se conviertan en un artículo de lujo, lo que podría causar la primera caída en la demanda de huevos desde 2017”.

En el corto plazo, el estudio estima que los precios del maíz transgénico en Estados Unidos caerían 10% con respecto a las previsiones de referencia durante tres años, mientras que los precios del maíz no transgénico aumentarían hasta 42%; y

la producción estadounidense no transgénica sólo podría satisfacer 17% de la demanda de importación de México en el primer año.

Otro efecto es que la política de México generaría precios más altos en todo el mundo para el maíz no transgénico y para el maíz mexicano.

Las importaciones totales de maíz de México probablemente se reducirían en 12% en el primer año de la prohibición y en 26% en el segundo, en comparación con el escenario de referencia.

Efectos en EU

En Estados Unidos la suspensión repentina de las exportaciones de maíz y productos de maíz hacia México afectaría al sector agrícola, a la industria del transporte ferroviario, a la industria del etanol y a la industria de los productos lácteos.

Según el estudio, los impactos en la economía estadounidense, en su conjunto, causarían la pérdida de 30 mil 550 mdd en el PIB y 73 mil 890 mdd en la producción económica en 10 años.

Desglosa que el sector agrícola del maíz sufriría pérdidas netas de 13 mil 610 mdd en una década, mientras que la producción económica del sector del transporte ferroviario estadounidense se reduciría en 3 mil 330 mdd durante ese período.

En tanto, la industria estadounidense del etanol se beneficiaría de la reducción de los precios del maíz transgénico utilizado como insumo para este combustible, pero se enfrentaría a una pérdida neta de ingresos de 521.5 mdd a lo largo de 10 años.

De manera adicional, están los impactos en la industria estadounidense en la molienda húmeda de maíz -que se producen debido a la pérdida de exportaciones de almidón de maíz, alimentos para animales y otros productos a México-, que se estima en 7 mil 650 mdd en una década.

Por otra parte, agrega, en el caso de Canadá, el sector agrícola de maíz sufriría una pérdida neta de ingresos de 33.94 millones de dólares a lo largo de 10 años, lo que crearía una contracción neta en la economía en general de 39.73 mdd en el PIB.

Si bien los impactos de las economías de EU y Canadá son significativos, quizá las mayores implicaciones de una prohibición de maíz transgénico se encuentran dentro de las fronteras de México. El maíz es muy importante para México, tanto como ingrediente de alimentos y piensos, como símbolo cultural”.

El documento también habla de impactos ambientales por un mayor uso de productos químicos agrícolas en los sistemas de cultivo no modificados genéticamente, así como las repercusiones en la futura innovación de la tecnología agrícola.

Resalta que lo más importante es señalar el impacto en la salud humana y en la seguridad alimentaria de los consumidores mexicanos que se derivaría de una prohibición de los cultivos transgénicos”.

Barreras a biotecnología exacerbarán la inflación

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) difundió las posturas de empresarios de México y Estados Unidos ante el eventual cierre a la importación de maíz transgénico en territorio mexicano.

John Bode, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Refinadores de Maíz, anotó que el informe de World Perspectives, Inc subraya la necesidad del acceso de México al maíz transgénico, tanto para el éxito colectivo de nuestros países como para la seguridad alimentaria en América del Norte.

Las industrias alimentaria y agrícola de Estados Unidos y México están ansiosas por dialogar sobre las restricciones propuestas y por fortalecer la cooperación en este tema”.

Las barreras de México a la innovación biotecnológica solo exacerbarán la inflación de los precios de los alimentos para sus ciudadanos más vulnerables al interrumpir las cadenas de suministro e impedir el acceso de los productores a nuevas tecnologías para impulsar los rendimientos”, agregó la Dra. Michelle McMurry-Heath, presidenta y directora ejecutiva de BIO.

“Para garantizar que los productores tengan acceso a las tecnologías necesarias para fortalecer la seguridad alimentaria, mejorar la sustentabilidad y enfrentar el cambio climático, instamos a México a regresar a las evaluaciones de riesgos oportunas y basadas en la ciencia de las características biotecnológicas de los productos agrícolas, de conformidad con sus obligaciones comerciales internacionales. ”

“La agricultura, como cualquier otro sector, debe innovar para enfrentar los retos del siglo 21. Por ello, nosotros confiamos en políticas públicas basadas en la ciencia e innovación que incrementen la producción agrícola de manera sustentable”, comentó Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario.

“La asociación comercial entre Estados Unidos y México ha contribuido en gran medida a la seguridad alimentaria y la vitalidad económica de ambos países”, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, Chris Edgington. “Es por eso que debemos hacer todo lo posible para garantizar que la relación continúe de manera justa y mutuamente beneficiosa”.

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Los patrocinadores del estudio son: el Consejo Nacional Agropecuario de México, el US Consejo de Granos, la Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura, la Asociación Nacional de Productores de Maíz, la Organización de Innovación en Biotecnología (BIO), CropLife America y la Asociación de Refinadores de Maíz, Asociacion Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino Ac., Asociacion Agricola Local de Matamoros, A.C, Asociacion de Proveedores de Productos Agropecuarios Mexico, A.C. (Appamex), Asociacion Mexicana de Semilleros, A.C. (Amsac), Asociacion Nacional de Fabricantes de Alimentos para Consumo Animal, S.C. (Anfaca), Camara Nacional del Maiz Industrializado (Canami), Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutricion Animal, A.C. (Conafab), Proteccion de Cultivos Ciencia y Tecnologia, A.C. (Proccyt), Unificacion Nacional Porcicola, A.C. (Opormex), Union Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquimicos, A.C. (Umffaac), Asociacion Mexicana de Productores de Alimentos, A.C. (Amepa).