Llama experto a concretar legislación y políticas para regular agrotóxicos y fomentar agricultura ecológica
En México es necesario concretar legislación y políticas públicas para regular 183 productos agrotóxicos que, en algunos casos, son aún más peligrosos que el glifosato y deben ser erradicados, pues en muchos países están prohibidos o su uso es restringido; además de fomentar la agroecología y la agricultura orgánica, planteó el investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI), de la Universidad Autónoma Chapingo (Uach), Manuel Ángel Gómez Cruz.
El especialista galardonado, junto con Laura Gómez Tovar y Luis Enrique Ortiz Martínez, con primer lugar del Premio Nacional Francisco J. Múgica por su trabajo Citricultura Orgánica con Enfoque Agroecológico: un Modelo Exitoso en el Norte de Veracruz, expuso que se requiere de apoyo institucional para realizar la transición hacia prácticas agroecológicas y producción orgánica, proceso en el que el productor queda desprotegido durante un periodo de tres años.
En su presentación, realizada con motivo del reconocimiento que otorga Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, el experto manifestó la necesidad de concretar dos iniciativas presentadas por legisladores, una en el mes de febrero para regular el uso de productos con “ingredientes activos venenosos”, en México; y otra en el mes de abril para promover y fomentar que en la siembra de alimentos se utilicen preferentemente prácticas agroecológicas.
Advirtió que ambas iniciativas se discutirá en el Senado donde, “es seguro que ahí se presente una avalancha de cabildeos de la industria trasnacional y de empresarios mexicanos vinculados a ésta, en pro de continuar con la producción de alimentos a base de muchos venenos prohibidos y restringidos en un gran número de países a nivel mundial”.
Gómez Cruz aseguró que,
está fehacientemente demostrado que es posible producir sin glifosato y sin ningún agrotóxico que promueven seis empresas norteamericanas, europeas y chinas, que controlan más del 70% de la producción de agrotóxicos en el mundo”.
Manifestó que se requiere establecer, “una agresiva política de sensibilización”, dirigida a los productores, sobre lo perjudicial que resulta el uso de glifosato de Monsanto y Bayer, y otros 183 agrotóxicos más; además de campañas publicitarias sobre los beneficios de la producción y consumo de productos orgánicos. “No se debe subestimar el papel de la prensa regional, ni la radio, ni la televisión; así como el internet y las redes sociales. Y el papel del gobierno como gran promotor de compras institucionales para el Ejército, hospitales, guarderías, secretarías de Estado, universidades, etcétera”.
En el evento de premiación se detalló que con las experiencias desarrolladas en citricultura en el Norte de Veracruz se logró pasar de un productor orgánico con certificación independiente a 360 productores orgánicos; de cero organizaciones orgánicas a 10 organizaciones certificadas con una figura jurídica bien consolidada; de 16 a 1,600 hectáreas; de 300 a 15,800 toneladas de naranja orgánica y a una atención de 2,580 productores de naranja valencia para una transición agroecológica, en 2022 (Proyecto CONACYT-321118).
La diputada María de Jesús Aguirre Maldonado (PRI), presidenta de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, entregó el premio del primer lugar referido; el premio al segundo lugar fue para la investigación de Guillermo Aldaz Santaella, Gestión socioeconómica para la transición del sistema de producción de café tradicional al café de estabilidad de pequeños productores de la etnia mazateca de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca; y el tercer lugar fue para Edmundo Sánchez Núñez, por su ensayo Conocimiento ecológico tradicional, ecotecnología y proyectos productivos. Alternativas para promover la sustentabilidad del desarrollo rural en condiciones de cambio climático.
