El conflicto geopolítico en Europa del Este ha generado incrementos en los costos de producción de granos básicos y oleaginosas como trigo, maíz y girasol, y en insumos como fertilizantes y energéticos, además de propiciar un fenómeno mundial de inflación, del cual México no ha sido la excepción, por lo que se requiere estar atentos y actuar de forma conjunta en favor de la seguridad alimentaria nacional.
Así lo expuso el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, al inaugurar el Foro Internacional Agroindustrial, donde señaló que el sector está llamado a ajustar los sistemas agroalimentarios de manera sostenible para proveer alimentos sanos, inocuos, nutritivos y, sobre todo, accesibles para toda la población.
Ante los efectos de la pandemia, imponderables climatológicos y el conflicto en Europa del Este, refirió, el gobierno de México puso en marcha el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), sustentado en el incremento de la productividad agropecuaria, acuícola y pesquera, y la integración de alianzas estratégicas con productores, agroindustria y cadenas de suministro,
El secretario Villalobos indicó que, en lo que corresponde a la Sader, uno de los pilares del PACIC es mantener e incrementar la producción y productividad de granos básicos, forrajeros y oleaginosas, con la suma de esfuerzos de los programas Sembrando Vida y Producción para el Bienestar, para obtener en 2023 un volumen adicional de dos millones de toneladas de maíz y un año después, totalizar cinco millones de toneladas, incluidos forrajes y oleaginosas.
Expuso que este pilar está acompañado de tres programas y proyectos: la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sostenible (ENASAS), estimulación de lluvias y entrega de fertilizante gratuito en nueve entidades del país, además de compras consolidadas de este insumo a través de mesas de trabajo entre productores y la Asociación Nacional de Comercializadores y Productores de Fertilizantes (Anacofer).
El titular de la Sader señaló que el segundo pilar incluye medidas de distribución, mientras que el tercero considera la estrategia de comercio exterior y el cuarto establece medidas como los programas de abasto y Precios de Garantía.
Villalobos Arámbula afirmó que
pese al panorama global, el campo mexicano continúa siendo un motor de la economía del país.
Recordó que al cierre de 2021, dijo, la balanza comercial agropecuaria y agroindustrial registró un superávit de siete mil 192 millones de dólares y a marzo pasado, mantiene ese superávit por dos mil 872 millones de dólares, impulsado por el trabajo y esfuerzo de productores, empresarios e integrantes de todas las cadenas.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), José Antonio Centeno Reyes, y el presidente del Sector Agroindustrial del organismo, Esteban Chavoya Bravo, destacaron que a pesar de los tiempos complejos, siete ramas agroindustriales han destacado por su crecimiento, y una manera de fortalecerlas es realizar encuentros como este foro, para sumar e integrar productores con la industria, en pro de las cadenas productivas y de valor.
Subrayaron la importancia de concentrar a la agroindustria, legisladores, gobierno federal, embajadas y consejerías agrícolas de otros países, para consolidar acciones que permitan enfrentar los desafíos de una posible crisis alimentaria, como el intercambio de conocimientos, tecnologías y experiencias exitosas.
