La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que urge prestar asistencia a los agricultores ucranianos para sembrar hortalizas y papas durante la primavera y que se debería permitir a los agricultores ir al campo y ayudarles a hacerlo y así salvar la cosecha de trigo de invierno.
Para detener la situación de inseguridad alimentaria y el agravamiento de las perturbaciones en las cadenas de suministro de alimentos de Ucrania, se necesitan 115.4 millones de dólares, aseguró el organismo internacional.
“A medida que el acceso a los alimentos y su producción y disponibilidad general se deterioran en buena parte de Ucrania a consecuencia de la guerra, los esfuerzos para apoyar la producción agrícola y el funcionamiento de las cadenas de suministro alimentario serán esenciales para evitar una crisis alimentaria en 2022 e incluso 2023”, dijo Rein Paulsen, director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO.
“La preocupación inmediata de la FAO es salvar la temporada de siembra de primavera en curso y evitar la interrupción de la próxima cosecha de invierno, normalmente entre junio y julio, ya que esto podría amenazar gravemente la seguridad alimentaria del país. La agricultura depende de la temporada. Preparémonos sin más dilación para la temporada de otoño”.
La agricultura es de crucial importancia para la economía de Ucrania, pues desempeña un papel fundamental en la protección de la seguridad alimentaria y los medios de vida de todo el país y la región. La enorme destrucción de los cultivos y la infraestructura debido a la guerra pone en peligro la producción y la seguridad alimentaria.
La FAO cree que es posible que en 2022 no se puedan cosechar ni cultivar un tercio de los cultivos ni de los terrenos agrícolas. El desplazamiento forzoso de la población civil que huye de la guerra y el reclutamiento de los hombres en las fuerzas de defensa territorial están provocando una escasez de mano de obra y un aumento de la carga que soportan las mujeres. La situación se ha agravado a causa de una reducción del acceso a insumos agrícolas de crucial importancia y de su disponibilidad.
Los datos preliminares recopilados por la FAO, a través de las evaluaciones en curso, demuestran que los agricultores a todos los niveles necesitan dinero en efectivo para recibir insumos y servicios para la producción de alimentos y proseguir sus labores agrícolas.
Ampliación del alcance de la respuesta de la FAO
Las repercusiones de la guerra exigen una expansión a gran escala de las actividades y el apoyo técnico de la Organización en todo el país.
La FAO necesita proporcionar insumos agrícolas a corto y medio plazo. En el futuro inmediato, el suministro de semillas de hortalizas y otros cultivos, junto con dinero en efectivo, asegurará que se cumplan los plazos impuestos por la temporada de siembra para la producción de alimentos.
El apoyo a los ganaderos incluirá la distribución de ganado menor, insumos veterinarios, pienso y forraje para permitir a los hogares vulnerables producir leche, carne y huevos para atender la creciente demanda local.
La FAO seguirá apoyando a los medianos productores y a los actores del mercado fundamentales a lo largo de las cadenas de suministro agroalimentario para mantener la funcionalidad del mercado y el acceso a los alimentos en las principales comunidades y centros urbanos.
Además, la FAO realizará transferencias de efectivo incondicional que pueden contribuir a satisfacer una amplia variedad de necesidades básicas de las familias desplazadas o vulnerables afectadas por el conflicto. Los beneficiarios pueden utilizar el dinero en efectivo para apoyar la producción y venta de alimentos, en particular para mano de obra, transporte, servicios de veterinaria y equipo allí donde estén disponibles en los mercados locales.
