Precio de alimentos, bebidas y tabaco el más alto en 23 años: SIAP

El incremento anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registrado en 2021 es el más alto desde hace 21 años –en el año 2000 fue de 9%– y el que corresponde a alimentos, bebidas y tabaco es el más elevado desde hace 23 años, reportó el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

Detalló que en términos del comportamiento de la inflación, a tasa anual, el subíndice de alimentos, bebidas y tabaco se incrementó 10.7%, en diciembre pasado comparado con el mismo mes de 2020, el cual es mayor al aumento observado en 2020 cuando fue de 5.8%, y mayor al registrado para el INPC general que fue de 7.4%.

El organismo, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), explicó que el subíndice de alimentos, bebidas y tabaco representa 30% del INPC.

Por su parte, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) refirió que la canasta alimentaria de más de 100 tipos de productos que cotiza el Inegi, subió 11.3% durante el año pasado, su mayor aumento desde 1998. Por ello, consideró que hay “poco margen para el optimismo sobre el regreso a condiciones de mercado más estables durante este 2022 en el país”.

EL SIAP puntualizó que el año pasado, el aumento en el precio de los energéticos fue determinante para el comportamiento del INPC general, se observan aumentos anuales de 22.1% en la gasolina de alto octanaje, en la de bajo octanaje (14%), gas doméstico LP (6.9%) y gas natural 28.4 por ciento.  Mientras que el costo de electricidad tuvo un incremento anual de 5.9 por ciento.

Subrayó que, “la situación en el contexto mundial no es muy diferente, ya que la FAO reportó que su Índice de Precios de Alimentos, en octubre de 2021, fue 31.4% mayor al de un año antes y es el más alto, comparado con los anuales, para la serie disponible desde 2003”.

En un comunicado, el CNA anotó que la pandemia ha provocado cuellos de botella en la demanda, disminución de oferta, alza en costos de producción, de algunos servicios y una contracción también de la producción, sumado a factores de incremento de la demanda de algunos productos.

Además, agregó, la escasez de contenedores ha generado un grave problema de logística, movilización marítima y un encarecimiento en los costos de fletes de mercancías en el comercio mundial.

Por otro lado, también han jugado en nuestra contra el alza de precios en los energéticos, el desbalance a nivel mundial de la oferta y la demanda de alimentos, los precios de los fertilizantes han tenido incrementos en sus precios de más del doble en solo un año y, por supuesto, los factores climatológicos adversos que han ocasionado una menor producción y una menor oferta.

Otro factor que es difícil pasar por alto es el de la violencia proveniente del crimen organizado en algunas regiones del país, por lo que se estima que una importante cantidad de hectáreas se han dejado de trabajar.

Además está la preocupante y creciente dependencia del exterior en productos básicos, como maíz, trigo, frijol, lácteos y cárnicos.

El organismo agroempresarial consideró fundamental establecer políticas públicas enfocadas a garantizar la producción y el abasto de alimentos, planes multianuales que permitan hacer el campo más productivo y eficiente, con innovación tecnológica.