Sector financiero y líneas aéreas se suman al combate contra tráfico de vida silvestre
Entre 2010 y 2020 se traficaron más de 60 especies endémicas en América Latina, siendo aves, reptiles y especies marinas las más transportadas de manera ilegal a través de líneas aéreas comerciales.
En el marco de la II Conferencia de Alto Nivel de las Américas sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre, empresas del sector financiero y transporte aéreo se sumaron a la lucha contra el tráfico de vida silvestre.
Instituciones financieras firmaron seis compromisos y reconocieron el impacto devastador del comercio ilegal de vida silvestre (IWT por sus siglas en inglés) y expresaron que no facilitarán ni tolerarán flujos financieros que se derivan de la IWT y la corrupción asociada.
“Pedimos a toda la industria financiera que siga nuestro ejemplo y ayude a combatir el comercio ilegal de vida silvestre firmando esta declaración y apoyo a la implementación de estos compromisos”, expresaron los dos primeros bancos de Colombia que se sumaron a la iniciativa.
Por su parte, empresas del sector de transporte aéreo se comprometieron a reportar a las autoridades cargamentos sospechosos de contener vida silvestre y sus productos y, cuando sea posible, negarse a aceptar dichos cargamentos.
A través de la firma “Declaración de Buckingham Palace” y la “Declaración de Mansion House”, presentadas durante la reunión, las primeras empresas signantes del compromiso fueron el Banco de Bogotá, Avianca, Latam, Ultra Air, Viva Air, Wingo, Copa Airlines, Aero República, Copetran, Flota de la Macarena, TDM Colombia y el Aeropuerto de Medellín.
“La adhesión de estas empresas es un paso muy importante en la lucha contra el tráfico de vida silvestre. Ahora lo que sigue es implementar los compromisos para reducir el uso de estos dos sectores privados por los traficantes, y nosotros desde la sociedad civil, estamos listos para apoyar a las empresas en esta transición”, dijo Renata Cao, Líder del Centro para el Combate a los Delitos contra la Vida Silvestre de WWF en América Latina.
“En 2020 los reptiles fueron el grupo de animales más comúnmente traficado en América Latina y el Caribe, tenemos registro en mayo del año 2020 del envío 15 mil tortugas empacadas en 158 cajas de madera cuyo destino era China, este cargamento ilegal fue confiscado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México y es una muestra de que el tráfico de vida silvestre en América Latina es significativo y que podría ir en aumento”, dijo Renata Cao.
América Latina, al ser el hogar del 40 por ciento de la biodiversidad del mundo, en donde se encuentran la mitad de los bosques húmedos del planeta y donde hay más de 200 mil especies marinas identificadas, se ha visto gravemente afectada por el tráfico de ranas venenosas en Colombia, colmillos de jaguares en Bolivia, aletas de tiburón en Ecuador, México y Perú y robo de crías de tortugas en Ecuador, por nombrar solo algunos casos.
La Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen cataloga al tráfico ilegal de vida silvestre como la cuarta actividad ilícita más lucrativa a nivel mundial solo detrás del tráfico de drogas, el tráfico de personas y de armas por parte del crimen organizado transnacional con más de 23 mil millones de dólares de ganancias anuales.
La pérdida de biodiversidad por el tráfico de vida silvestre en Latinoamérica viene cobrando relevancia en los últimos años, debido al incremento de la demanda y la sofisticación de las redes criminales con el uso de los avances tecnológicos.