Trigo con menor requerimiento de agua y fertilizantes, reto para México
En México existen avances en el control de plagas y enfermedades en producción de trigo, no obstante, ahora hay que pensar en un cultivo más sustentable, que requiera menos agua y permita un uso más efciiente de fertilizantes, señaló el especialista en recursos genéticos del INIFAP, Julio Huerta Espino, quien junto con un equipo de investigadores recibió el premio Gene Stewardship 2022, que otorga la Borlaug Global Rust Iniciative (BGRI), por su aporte a la seguridad alimentaria mundial, a través del mejoramiento de dicho cereal.
El experto en trigo reconoció que, no obstante, se han logrado controlar las royas o chahuistles en México, han surgido nuevos retos para los mejoradores de este cultivo, como el liberar variedades con tolerancia a sequía y al altas temperaturas.
Hizo hincapié en que un reto importante es la falta de agua en distintas regiones, así que debemos seguir pensando en producir más trigo con menos agua y obtener variedades que requieran una menor cantidad de fertilizante nitrogenado o que sean más eficientes en su aprovechamiento.
El equipo de especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) está integrado por Héctor Eduardo Villaseñor Mir, René Hortelano Santa Rosa, Eliel Martínez Cruz, María Florencia Rodríguez García, Ernesto Solís Moya y Jorge Iván Alvarado Padilla.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) señaló, a través de un comunicado, que el equipo de Huerta Espino se hizo acreedor a la distinción, por su contribución a largo plazo del cultivo de trigo mexicano y sus esfuerzos para expandir los impactos en todo el mundo, al mejorar la resistencia a la roya.
Desde 1994, añadió la dependencia, los genes de resistencia a la roya con los que ha trabajado el equipo galardonado en México no han presentado fallas, lo que constituye un logro notable en beneficio de millones de productores.
El trabajo de los galardonados se ha centrado en la investigación y mejoramiento de la resistencia a las royas y ha conducido a la liberación de variedades resistentes, lo que ha propiciado la estabilización de esta enfermedad en el trigo harinero.
Esto beneficia los ingresos de los productores y al cuidado del ambiente, ya que estas variedades no requieren aplicación de fungicidas.
La investigación que el equipo del INIFAP y el CIMMYT ha desarrollado por décadas, ha facilitado además el despliegue de variedades de trigo resistentes para frenar la propagación de la enfermedad en Asia y evitar grandes epidemias de roya del tallo en Kenia y Etiopía, mediante alianzas con la Organización para la Agricultura y la Ganadería de Kenia (KALRO) y el Instituto Etíope de Investigación Agrícola (EIAR).
Julio Huerta, patólogo experto en royas del INIFAP, ha sido hospedado como científico adjunto por el CIMMYT, desde finales de la década de los noventa, resaltó la dependencia federal.
La Sader recordó que desde 1960 a la fecha no se ha reportado roya del tallo en México, lo cual es importante porque el país está a la vanguardia en el estudio del patógeno y de los genes de resistencia que se han incorporado en esas variedades. Entonces, es un reconocimiento a la parte científica que es el mejoramiento, y a la parte práctica que es la liberación de las variedades y su cultivo.