Cartografía revela “panorama crítico” y alarmante sobre operación e impacto ambiental de minería en México

De las 249 operaciones mineras metálicas en México, una proporción significativa no cuenta con requisitos básicos ambientales: 51% operan en acuíferos sin disponibilidad de agua, 38% no tiene información de evaluaciones de impacto ambiental autorizadas, 23% sin información de depósitos de jales, 62% sin concesiones de agua, 72% sin permisos de descarga de aguas residuales,y 55% nunca ha presentado un reporte de emisiones y contaminantes en 17 años.

CartoCrítica, con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll, NRGI, y PLANEAS-PRONACE Energía y Cambio Climático, se dio a la tarea de construir la Cartografía de las operaciones mineras en México, única que permite identificar con precisión la superficie de la operación de cada mina en el país, la cual encontró que existen 874 operaciones mineras –en 188,320 hectáreas (ha)–, de las cuales 62 son de carbón (18,073.2 ha); 249 metálica (79,606.1 ha); 182 no metálica (8,256.8 ha); 38 salina (56,022 ha) y a metálica (exploración) 343 (26,362.4 has).

En su presentación Las minas en el territorio mexicano un análisis del número, ubicación y condiciones ambientales, Manuel Llano y Carla Flores detallan estos datos, los cuales “refuerzan la urgencia de revisar y actualizar la legislación minera y ambiental de México, así como de mejorar la transparencia y la supervisión en la industria minera metálica”.

Destacan que “dada la naturaleza potencialmente tóxica de los contaminantes asociados con la minería metálica, como el cianuro y los metales pesados, estos resultados son especialmente alarmantes. La falta de cumplimiento y transparencia en la gestión ambiental puede aumentar el riesgo de exposición a estas sustancias, lo que tiene consecuencias negativas para la salud humana y los ecosistemas locales”.

Este nuevo sistema de información geográfica concentra la información hoy dispersa de distintas fuentes y compila más de 100 mil registros geográficos con información sobre la minería en México y su gestión ambiental.

La investigación realizada sobre las minas metálicas en México revela un panorama crítico respecto al cumplimiento administrativo de las regulaciones ambientales y la disponibilidad de información pública sobre la gestión ambiental.

Los representantes de las organizaciones señalaron que: “el sector minero no informa de manera pública ni desagregada, la cantidad de minerales que extrae por mina, planta de beneficio o empresa; no reporta cuántas hectáreas forestales fueron convertidas a tajos a cielo abierto y presas de lixiviados; y mucho menos, la cantidad de agua que utilizó, cuánta fue contaminada en sus procesos, ni cuánto pagó por ella. Identificar los proyectos mineros en operación es apenas el punto de inicio para conocer la gestión ambienta”l.

Por ello, se preguntaron:

Si no sabemos cuántas grandes minas operan en el país, ¿podremos efectivamente conocer cuántas cumplen con sus obligaciones de gestión ambiental?”

De acuerdo con su información, “al analizar estos datos fue posible identificar que escondidas a plena vista, entre miles y miles de concesiones vigentes -la mayoría dedicadas a la especulación financiera-, operan 97 minas metálicas a cielo abierto y otras 152 minas subterráneas, sin estar registradas en una base de datos oficial, en datos abiertos, capaz de distinguirlas, caracterizarlas espacialmente y, sobre todo, hacerles rendir cuentas públicamente de su producción o de su gestión ambiental”.

En México no existe información oficial concentrada de las operaciones mineras y su gestión ambiental, la poca disponible sobre los proyectos mineros en operación está dispersa y es incompleta. Lo poco que existe, “no distingue si están operando o si simplemente utilizan las concesiones como elemento para la especulación financiera, actividad alentada por la vigencia de cada concesión minera, que dura 50 años prorrogables por 50 más”, destacaron.

A partir de estos hallazgos, CartoCrítica recomendó evaluar el impacto de las operaciones mineras metálicas en la disponibilidad y calidad del agua en acuíferos sobreexplotados y sin disponibilidad de agua; revisar y fortalecer las regulaciones y políticas relacionadas con la gestión del agua en la industria minera, incluyendo concesiones de agua, permisos de descarga, y requisitos de eficiencia y conservación del agua; reforzar la supervisión y aplicación de la evaluación de impacto ambiental y el cierre de minas, y los reportes en el RETC.

También sugiere mejorar la transparencia en la industria minera metálica, asegurando que la información pública sobre la gestión ambiental sea accesible y esté actualizada; así como revisar y actualizar la legislación minera y ambiental en México para abordar las deficiencias identificadas.

“Estas medidas pueden ayudar a garantizar que la industria minera metálica en México opere de manera más sostenible y responsable, protegiendo tanto a las comunidades locales como al medio ambiente”, subraya.