Composta basada en heces caninas, ayuda a resolver problemas ambientales
De acuerdo con datos de la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE, 2021) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hay 80 millones de mascotas en el país, de las cuales casi 44 millones son perros.
Algunos dueños o dueñas lamentablemente no son tan responsables de sus mascotas, ya que tenerlas implica no sólo su cuidado, salud y alimentación, sino también recoger sus heces fecales en la vía pública cuando las sacan a pasear.
Esto ocasiona que la materia fecal se quede en las calles, causando problemas ambientales y de salud, pues los residuos de los perros se deshidratan, se pulverizan y se mezclan en el aire.
Ante este panorama, académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán crearon una metodología para hacer composta a partir de hojarasca, lombrices rojas californianas y heces caninas, con el propósito de que se haga en un tercio del tiempo de lo que se elabora de forma tradicional (sin lombrices) y, además, reducir su carga patógena.
“El compostaje tiene que ver con la reutilización de residuos generalmente orgánicos para obtener un producto que pueda incorporarse al suelo. En este caso la estrella principal es la lombriz roja, ya que acelera el proceso de los residuos para obtener un valor nutrimental y entonces poderla manipular”, afirmó César González Guerrero, académico de la FES Acatlán.
Acotó que por el gran volumen de residuos de jardinería pensaron en esta opción de composta, ya que requiere de un aporte de carbono brindado por la hojarasca, y una parte de nitrógeno, que se cumple gracias a las heces caninas y los restos de comida que se generan en las casas.
Hace tiempo, dijo, se usaba el estiércol de cualquier ganado de manera directa en la agricultura; pero se dieron cuenta de que el composteo de esos residuos y de cualquier otro promueve la calidad nutrimental del producto, ya que el humus de la lombriz roja lo tritura, lo digiere y se convierte en uno de los principales componentes de un suelo sano para sembrar y que las plantas o cultivos crezcan bien.
“El problema de las heces caninas es que tienen una alta carga patógena y por eso se pensaba que eran poco funcionales para el compostaje; pero debido al procesamiento que se le da a la lombricomposta con estos residuos, en la que se eleva la temperatura a unos 60 o 70 grados, va reduciendo patógenos y posteriormente cuando es ingerido por la lombriz se reduce aún más”, esclareció el especialista en Ingeniería Ambiental.
Agregó que en cada estadio del proceso de la composta va desapareciendo la apariencia de heces fecales y se van convirtiendo en algo que parece más tierra; los olores también se van perdiendo.
Modo de preparación
“Hemos experimentado hacer composta con residuos de cocina y lodos activados resultantes de la planta de tratamiento de aguas residuales, por lo que nos preguntamos ‘¿qué otra cosa podría funcionar para enriquecer nuestros suelos?’. Entonces revisamos emprendimientos que se han hecho alrededor del mundo y vimos que en Sudamérica se comenzaba a trabajar con heces caninas, así que decidimos intentarlo también”, aseveró González Guerrero.
Después de varias pruebas, la metodología a seguir para obtener una composta útil y fácil es contar con un espacio para hacerla, un compostero de 10 o hasta 100 litros, cinco litros de hojarasca triturada (fuente de carbón), cinco litros de residuos de cocina y cinco litros de heces caninas (fuentes de nitrógeno), así como 100 lombrices rojas, todo dependiendo de cuál es la cantidad de composta que se realizará.
“Lo que tenemos que hacer primero es una premezcla y dejar que se precomposte aproximadamente unos 15 días; después se hace la inoculación de las lombrices dependiendo del número de éstas, y lo tenemos que poner con un poco de composta. Las lombrices irán buscando los alimentos y se dispersarán por el compostero, y si el ambiente les agrada se van a reproducir, la población crecerá y también la degradación”, explicó.
La recomendación del jefe del Departamento de Tecnología Ambiental es que para tener suficiente para los jardines o macetas se coloquen varias compostas pero en distintos estadios, es decir, poner uno y dejar que se composte por completo e ir alimentando otro y así hasta que vaya saliendo composta continua.
“Una ventaja de la lombricomposta a base de heces fecales es que se gestiona el residuo que ya es un problema muy grande, y lo estamos incorporando en otro proceso que, al final, redundará en un producto bastante beneficioso”, sostuvo.
Para las personas que tienen animales de compañía, sobre todo perros, y además son amantes de las plantas pueden apoyar a que todos respiremos un aire más sano a través de recoger las heces fecales y hacer este compostaje.
Fuente: Gaceta UNAM