Destino de la humanidad pende de un hilo: Guterres
Los líderes mundiales deben actuar ya para poner fin a la catástrofe climática, “el destino de la humanidad pende de un hilo”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres durante la inauguración del segmento de alto nivel de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -COP28-.
Y les hizo un llamado para que pongan fin a la dependencia mundial de los combustibles fósiles y cumplan la promesa de justicia climática, pendiente desde hace mucho tiempo.
Guterres también acogió con satisfacción el gran avance logrado el jueves en la jornada inaugural de la Conferencia, después de que los delegados llegaran a un acuerdo sobre la puesta en marcha de un fondo para pérdidas y daños que ayudará a los países más vulnerables del mundo a pagar los efectos devastadores de los desastres climáticos.
Durante los próximos dos días, se espera que líderes de más de 160 países expongan su visión para hacer frente a la crisis, entre ellos los de Brasil, Reino Unido, Francia, Turquía e India.
Unidos en la crisis
En su discurso ante la Cumbre de Acción, el secretario general de la ONU recordó sus recientes viajes a la Antártida y Nepal, señalando cómo fue testigo directo de la magnitud y extensión del deshielo y los glaciares.
“Estos dos lugares están lejos en la distancia, pero unidos en la crisis”, dijo Guterres.
No obstante, advirtió que éste es sólo un síntoma de la enfermedad que está poniendo de rodillas a nuestro clima.
Pintando un cuadro preocupante del caos climático en curso, el titular de la ONU dijo que el calentamiento global está reventando los presupuestos, disparando los precios de los alimentos, trastornando los mercados energéticos y alimentando una crisis del coste de la vida.
“Estamos a kilómetros de los objetivos del Acuerdo de París y a minutos de la medianoche para el límite de 1.5 grados”, explicó, refiriéndose al límite de aumento de temperatura fijado en ese tratado para contener los daños del cambio climático.
No hay tiempo que perder
Guterres hizo hincapié en que el éxito de la conferencia de Dubai dependerá del resultado del llamado Global Stocktake, en el que los países evaluarán por primera vez los progresos realizados para frenar el calentamiento global, que puede encaminar al mundo hacia la consecución de los objetivos de temperatura, financiación y adaptación.
Subrayó que el balance debe prescribir una cura creíble para nuestro planeta enfermo en tres áreas clave.
En primer lugar, un recorte drástico de las emisiones, ya que las políticas actuales nos están conduciendo a un aumento de la temperatura de tres grados que está devastando la Tierra.
“Insto a los países a acelerar sus calendarios de cero emisiones netas, para llegar lo más cerca posible de 2040 en los países desarrollados y de 2050 en las economías emergentes”.
En segundo lugar, acelerar hacia una transición justa y equitativa hacia las energías renovables, ya que un planeta en llamas no puede salvarse con una manguera de combustibles fósiles.
“El límite de 1.5 grados sólo es posible si finalmente dejamos de quemar todos los combustibles fósiles. No reducir. No reducir. Eliminarlos progresivamente, con un calendario claro alineado con los 1.5 grados”.
Además, los países deben comprometerse a triplicar las energías renovables, duplicar la eficiencia energética y llevar la energía limpia a todos para 2030.
En tercer lugar, el cumplimiento de la promesa de justicia climática, pendiente desde hace tiempo en un mundo desigual y dividido: un aumento de la financiación, incluida la destinada a la adaptación y a las pérdidas y daños.
Instó a los países desarrollados a duplicar la financiación de la adaptación hasta los 40.000 millones de dólares anuales para 2025 y a proporcionar detalles sobre cómo piensan cumplir la promesa de 100.000 millones de dólares de ayuda financiera a los países en desarrollo.
Una estrategia que da prioridad a las personas
“Como ciudadano de un pequeño Estado insular en desarrollo, soy plenamente consciente de que, en nuestra trayectoria actual, esas islas y la riqueza cultural e histórica que representan corren peligro de desaparición inminente”, declaró Dennis Francis, presidente de la Asamblea General de la ONU, originario de Trinidad y Tobago, país amenazado por la rápida subida del nivel del mar.
“Un mundo de tres grados no es ciencia ficción, sino el camino en el que estamos”, afirmó, refiriéndose al hecho de que, si continúan las tendencias actuales, el mundo podría enfrentarse a un aumento de la temperatura de tres grados centígrados por encima de la era preindustrial, en lugar del objetivo de 1.5 grados fijado en París.
Se centró en la necesidad de “una transición justa hacia sistemas energéticos sostenibles” y de una financiación “más accesible y disponible” para la adaptación al clima.
Recordando que todos los países se enfrentan a crisis únicas en sus contextos nacionales, Francis instó a las delegaciones a aprovechar esas experiencias en sus debates de la COP28.
“Les insto a proponer soluciones integradas y orientadas a la acción, que sirvan de guía a otros participantes, para ayudarles a reimaginar políticas locales, nacionales y regionales y marcos políticos que anticipen los riesgos, prioricen las inversiones y permitan una movilidad climática adaptativa; al tiempo que adopten una estrategia que de prioridad a las personas”.
En la ceremonia de apertura de la Cumbre Mundial de Acción por el Clima también estuvieron representadas las comunidades indígenas cuya supervivencia se ve amenazada por el cambio climático.