Elaborarán decálogo sanitario para proteger a la industria avícola
Con el objetivo de mantener y fortalecer las medidas de vigilancia epidemiológica y potenciar las acciones para la prevención, el control y la erradicación de la influenza aviar (IA) de alta patogenicidad, tanto H7N3 como H5N1, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Unión Nacional de Avicultores (UNA) elaborarán un decálogo sanitario.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que en 2022, de acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), 61 países reportaron seis mil 719 brotes de H5N1 en aves de corral y que afectaron a más de 115 millones de aves.
En ese año, detalló, en México se reportaron 5.5 millones de aves –la mayoría de postura—, es decir, 0.26 por ciento del inventario nacional en 23 unidades de producción avícola comercial de Yucatán, Sonora, Nuevo León y Jalisco.
Es por ello que se reforzarán las medidas para proteger la avicultura nacional, que es una de las actividades pecuarias más dinámicas del país y uno de los sectores estratégicos para la alimentación en México, destacó.
Las acciones del decálogo están enfocadas en afinar, orientar y coordinar los esfuerzos en materia de prevención y tratamiento de nuevos brotes de influenza aviar, con el fin de mantener libre de plagas y enfermedades que pongan en riesgo la sanidad e inocuidad de los productos que llegan a la mesa de los consumidores, aseveró.
Entre las medidas se encuentran la de establecer y reforzar los mecanismos de comunicación entre autoridades y productores, reestructurar la Comisión Auxiliar de Sanidad Avícola (CASA) para consolidar una nueva etapa y crear un fondo de contingencias sanitarias universal en el territorio nacional.
Propone también actualizar el Acuerdo de Influenza Aviar Notificable, fortalecer las actividades de vacunación como instrumento preventivo, llevar a cabo medidas de diagnóstico e investigación viral y reforzar el control de la movilización nacional de mercancías avícolas, sobre todo de las aves de desecho, vivas mayores de tres días, gallinas y pollinazas.
También, abundó que se busca potenciar la certificación de Buenas Prácticas Pecuarias y realizar un análisis de riesgo en las zonas avícolas densamente pobladas y en las de reciente creación para minimizar riesgos sanitarios.