Falso “escenario catastrófico” ante prohibición de importaciones de maíz transgénico de EU
Experto analiza las implicaciones de la medida
Los escenarios catastróficos de posibles trastornos económicos si México cancela la importación de maíz transgénico estadounidense que promueve la industria, se basan en intereses y “suposiciones falsas”, dado que el propio Tratado Comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) permite este tipo de medidas explícitamente, señalan expertos.
Ante los pronunciamientos contra la medida de industriales de ambas naciones, los gobiernos de México y Estados Unidos continúan negociando el alcance y el calendario de las restricciones mexicanas al maíz transgénico, con nuevas reuniones previstas para la próxima cumbre presidencial de la próxima semana en México.
“El texto final del acuerdo no restringe las opciones de política nacional en la forma en que la agroindustria y sus aliados podrían desear”, concluye un análisis de la sección de Biotecnología Agrícola del acuerdo realizado por la especialista Sharon Treat, abogada que trabajó en el Instituto de Agricultura y Política Comercial (IATP, por sus siglas en inglés).
De hecho, recalca, el texto de la sección sobre biotecnología agrícola es explícito: “Esta Sección no requiere que una Parte exija una autorización para que un producto de la biotecnología agrícola esté en el mercado”. [Art. 3.14.2]”.
La mayoría de los costos económicos pueden evitarse fácilmente si se respetan los derechos soberanos de México a determinar sus propias normas de salud pública y medio ambiente y los mercados reciben las señales claras que necesitan para ajustarse a la nueva demanda de maíz no transgénico, indica el investigador Timothy A. Wise, asesor principal del IATP e investigador principal del Instituto de Desarrollo Global y Medio Ambiente de la Universidad Tufts.
El analista expresa que los negociadores de México y Estados Unidos deberían descartar las conclusiones ”catastrofistas” del estudio realizado por la consultora World Perspectives, Inc. (WPI), “que inyectan un conjunto de supuestos poco realistas aparentemente diseñados para generar grandes estimaciones de daños económicos y aumento del hambre en México si éste último cancela dichas importaciones”.
Wise llama la atención sobre que la mayoría de la información sobre el estudio de WPI no revelaron que el modelado original fue encargado por CropLife International, la asociación comercial de la industria agroquímica.
Expone que aunque la prensa atribuyó “obedientemente” el nuevo estudio a una “coalición de las principales partes interesadas de la industria alimentaria y agrícola, tanto en México como en Estados Unidos”, en realidad esas “partes interesadas” incluyen intereses de la agroindustria en Estados Unidos y México.
Todos tienen un fuerte interés económico en oponerse a las restricciones propuestas por México al maíz transgénico”.
Sobrestimaciones en estudio de la industria
Wise examina la metodología y los supuestos del modelo patrocinado por la industria y concluye que ese documento sobrestima los costos de la prohibición tanto en Estados Unidos como en México al tratar la prohibición del maíz transgénico de enero de 2024 como algo repentino, a pesar de que se había anunciado tres años antes;.
Además, considera el plazo y el alcance de la prohibición como inflexibles, a pesar de que el gobierno mexicano ha anunciado que no prohibirá las importaciones de maíz forrajero, que representan la gran mayoría de las exportaciones estadounidenses, en enero de 2024, sino que introducirá gradualmente cualquier restricción.
Dicho estudio subestima la capacidad y la voluntad de los productores estadounidenses de responder a la creciente demanda de maíz no transgénico; muchos han expresado su interés por producir más maíz no transgénico;
Igual, continúa, ignora el esfuerzo financiado por el gobierno mexicano para disminuir la dependencia de las importaciones mediante el aumento de su propia producción de maíz; asimismo, sobreestima las ventajas de rendimiento del maíz transgénico sobre el no transgénico, dado que fuentes de la industria de semillas confirman que los rendimientos son comparables .
Wise concluye que los enormes costos iniciales de WPI en los primeros años tras la prohibición serían mucho menores si se permite a los mercados ajustarse a la creciente demanda de maíz no transgénico de México.
Con el gobierno mexicano ampliando el plazo hasta 2025 o más tarde para el maíz forrajero,hay pocas razones para creer que los costos a largo plazo, después de que los mercados se hayan ajustado, serían en absoluto significativos.
El experto anota que gobierno de Estados Unidos no hace más que aumentar la incertidumbre del mercado con sus amenazas de demandar a México en el marco del acuerdo comercial USMCA.