Ingreso de maíz transgénico a México, importado por la industria, revela falta de supervisión de autoridades
La eliminación de aranceles a la importación de maíz blanco harinero establecida por el gobierno federal, como parte de sus medidas contra la inflación, no tuvo impacto en el precio de productos elaborados con este insumo, en especial la tortilla, y solo abrió una una ventana a los industriales para la importación de grano transgénico procedente de Sudáfrica, ante la falta de supervisión en aduanas y por parte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimemtaria (Senasica).
El pasado viernes se publicó en el Diario Oficial de la el decreto por el que se modifican diversos ordenamientos jurídicos relativos a los aranceles aplicables al maíz blanco, con lo cual se impone un arancel del 50% a la importación de maíz blanco harinero y se extiende el plazo establecido a la exportación del grano del 30 de junio de 2023 al 31 de diciembre del mismo año.
La apertura a la importación del grano, que el gobierno de México viene implementando desde mediados del año pasado, derivó en que en abril pasado la industria adquirió un “volumen récord de maíz blanco” procedente de Sudáfrica, que fue de 118 mil toneladas y representó 94.7% del volumen total; en 2022 fueron 80 mil toneladas, que representaron 87.9% del total, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
De acuerdo con un funcionario del gobierno mexicano en teoría por la normativa de aduanas y Senasica, todo el maíz blanco –que ingresa al país– no debería ser transgénico” y “el certificado fitosanitario de origen debería indicar si es transgénico o no”.
México –recordó– produce 24 millones de toneladas de maíz blanco, el país es autosuficiente, ya que se requieren 14 millones de toneladas para todas las tortillas, que se consumen cada año, 300 millones de tortillas diarias.
“Las grandes empresas compradoras de grano, tienen inventarios y pretenden importar grano barato, lo que es dumping y castiga a nuestros productores. La medida de aranceles protege a los productores mexicanos. Distribuir grano o harina transgénica es indebido y lo prohíbe el Decreto Presidencial. Ante todo, primero está velar por la salud de la población y los productores de maíz, proteger nuestras variedades nativas de contaminación transgénica…”
Cabe señalar que los araceles a la importación anunciados por México no aplican a los países con los que México tiene tratados comerciales, en este caso sobresale el T-MEC, donde están Estados Unidos y Canadá, que mantienen un diferendo con su otro socio, México, por las políticas implementadas por éste en cuanto a importación de maíz transgénico para consumo humano.
El decreto del pasado viernes, señala que
“la exención del arancel a la importación del maíz blanco harinero no ha generado un impacto significativo en la disminución de precios en el mercado nacional, por lo que se considera pertinente eliminarla”.
En su justificación anota que “de acuerdo con el Panorama Agroalimentario 2022, emitido por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el maíz blanco es de suma importancia en la dieta de los mexicanos, con un consumo anual per cápita de 346 kilogramos, y es el grano de mayor producción en el país con 88.2% de participación en la producción nacional de granos”.
“Que la oferta y producción de maíz blanco en nuestro país son factores importantes en la determinación de su precio y, por tanto, también de los diversos productos de consumo elaborados a base del mismo, principalmente la tortilla, por lo que, para impulsar el fortalecimiento de la producción nacional, el mercado interno y el encadenamiento productivo de dicho grano, así como asegurar condiciones de mercado que permitan estabilizar su precio, resulta pertinente modificar temporalmente el arancel aplicable a la importación del mismo…”
