Luchar contra el hambre y la desigualdad pondrá América Latina a la vanguardia agrícola
América Latina y el Caribe debe afrontar los crecientes índices de hambre y desigualdad, una lucha que le traería otros beneficios como situar la región “a la vanguardia de la alimentación y la agricultura mundial”, afirmó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu, en la VII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
La región fue una de las áreas que obtuvo mejores resultados en términos de reducción del hambre y la pobreza en la última década hasta el año 2015. Sin embargo, pese a ser la mayor exportadora neta de alimentos del mundo, entre 2019 y 2021 vio aumentar en un 30% el número de personas que padecen hambre, hasta alcanzar los 56,5 millones.
Esta situación podría representar un retroceso de una década o más en el esfuerzo para reducir la pobreza y el hambre en la región, y obstaculizar los esfuerzos para reducir las desigualdades tal y como se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10, aseguró Qu Dongyu.
El máximo responsable de la FAO llamó a emprender urgentemente una acción colectiva que sirva para enfocarse en las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, en el aumento de la inseguridad alimentaria y en el incremento de los precios de los alimentos básicos, así como en la persistencia de la pobreza y el aumento de las desigualdades que afecta especialmente a las poblaciones rurales, las mujeres, los jóvenes y los más vulnerables.
“La mejor manera de hacerlo, a nivel regional y mundial, es transformar los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, más inclusivos, más resilientes y sostenibles”, afirmó.