Maíz transgénico estará en el diálogo AMLO-Biden
Gobierno mexicano propuso investigación binacional sobre grano transgénico
El comercio de maíz transgénico procedente del vecino país es un tema que se tratará en la reunión bilateral entre los presidentes de México y de Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador, y Joe Biden, respectivamente.
Así lo informó el mandatario mexicano, quien recibirá en los próximos días a su homólogo estadounidense, al reiterar que se está buscando que en nuestro país no se consuma maíz amarillo transgénico y permitir hasta dos años la importación de este grano para forraje.
Lo anterior, acotó, “siempre y cuando —fue nuestro planteamiento— se haga una investigación entre científicos, entre organismos como Conacyt y el equivalente a organismos de Estados Unidos para ya, de una vez por todas —y esto es conveniente para consumidores mexicanos y estadounidenses—, saber el daño que puede ocasionar el maíz transgénico o descartar ese posible daño a la salud”.
En su conferencia mañanera, López Obrador subrayó que con este estudio se podrá tener la certeza sobre los daños, y que no sean conjeturas sino producto de una investigación conjunta de agencias dedicadas a la investigación y a la salud de ambas naciones, “parece que ya se aceptó esta propuesta”.
Insistió en que ya se aclaró de que lo que queremos es que para las tortillas se utilice maíz blanco no transgénico y que se puede utilizar maíz amarillo para forraje, “porque con malas intenciones empezaron a decir que ya estábamos prohibiendo la entrada de maíz en general”.
Hizo hincapié que en este tema se está en trato con la secretarías de Agricultura y de Comercio de Estados Unidos.
Cabe recordar que México importa alrededor de 16 millones de toneladas de maíz amarillo para la industria pecuaria, por lo que depende de la producción de Estados Unidos, donde en su mayoría es grano transgénico.
Cambiar alta jarabe de maíz por azúcar
Respecto a si se seguirá utilizando maíz amarillo –con el que se produce jarabe de alta fructosa– para endulzar refrescos o bebidas embotelladas, López Obrador comentó que eso habría que verlo con la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, “para cambiar por la caña de azúcar”.
“Nosotros tenemos producción de azúcar y tenemos también, afortunadamente, demanda, se está exportando azúcar; eso nos ha ayudado mucho porque de los ingenios azucareros vive mucha gente. Y antes había más problemas porque estaban muy cerradas las exportaciones, los cupos; ahora se han ampliado y esto ha mejorado el precio del azúcar, y por lo mismo se ayuda más al productor, al cañero”.
Manifestó que “desgraciadamente, México es de los países que más consumen refrescos embotellados, habiendo en nuestro país, como en pocos países en el mundo, frutas. Porque no sólo estos refrescos dañan, sino son muy caros. Cómo se va a comparar un refresco embotellado con un agua de piña, de naranja, de papaya, un pozol…”, se preguntó.
Además, acotó, no sólo es lo que dañan, sino también lo que cuestan. “Y todo es por la publicidad, porque bombardean día y noche con eso”.
El presidente mexicano dijo que cada vez son más las enfermedades que tienen que ver con diabetes y enfermedades renales, que en algunos casos pueden ser hereditarias, pero se agravan por la mala alimentación.