Para afrontar la inseguridad alimentaria presente y persistente en múltiples regiones del planeta, el Gobierno de México hizo un llamado a la comunidad internacional a impulsar una transformación de fondo de los sistemas agroalimentarios globales y de sus mecanismos de gobernanza.
Al participar como jefe de la Delegación de México en el 51 periodo de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se realiza en Roma, Italia, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera, señaló que asumir la necesidad de esta transformación y actuar en consecuencia implica reconocer el fracaso del modelo neoliberal y su correlativa ausencia de un estado de bienestar.
No hemos encarado la transformación de los sistemas alimentarios en este último año y prevalece el statu quo, la pasividad e indiferencia frente al agravamiento de la crisis alimentaria mundial.
Observamos cómo se suceden las crisis en la mayor parte de las regiones y países, aumentando la inseguridad alimentaria, propiciando la violación sistemática de los derechos humanos y generando el descontento social, las migraciones y la ingobernabilidad, apuntó el jefe de la comisión.
“La seguridad alimentaria mundial necesita soluciones diplomáticas para lograr la paz y ayuda alimentaria; no ayuda en armas y municiones para alimentar la guerra”, dijo.
Construcción de modelo alternativo en México
En el evento de la FAO, que se realiza del 23 al 27 de octubre, Víctor Suárez señaló que el gobierno de México ha asignado un papel prioritario al rescate del campo y a la autosuficiencia alimentaria, dejando atrás el modelo neoliberal y ha determinado que las soberanías alimentaria y energética son los dos pilares de nuestra soberanía nacional, expresó el subsecretario.
Ante el CSA, Suárez Carrera resaltó los ejes de la política agroalimentaria que impulsa el gobierno mexicano: a) autosuficiencia alimentaria de alimentos básicos, insumos y tecnología; b) atención prioritaria a los productores de pequeña y mediana escala; c) transición agroecológica sin transgénicos, glifosato ni plaguicidas nocivos a la salud humana; d) alimentación saludable, con revalorización de las dietas tradicionales y combatiendo el consumo de productos ultra procesados, para lo cual se estableció el etiquetado frontal de advertencia desde mayo de 2020 y e) reorientación de la totalidad de los subsidios al campo, pues actualmente el ciento por ciento se destina a los pequeños y medianos productores, quienes representan el 85 por ciento de las unidades de producción.
Recalcó que se tienen en operación seis programas prioritarios para el rescate del campo y la autosuficiencia alimentaria, con un monto anual de tres mil millones de dólares en favor de 2.5 millones de campesinos, con inclusión de mujeres y productores de pueblos con población indígena.
Cooperación internacional
El subsecretario Víctor Suárez resaltó también que el Gobierno de México impulsa una estrategia de cooperación para el desarrollo con diferentes países para enfrentar de raíz los problemas de migración, pobreza e inflación alimentaria, donde destacan acciones como la inversión social en programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice y Cuba, y la iniciativa que se realiza con el gobierno de Estados Unidos para invertir en el desarrollo con justicia en Centroamérica para enfrentar las causas de la migración.
“Nuestro gobierno está demostrando que es posible la coordinación de políticas para garantizar la seguridad alimentaria con un enfoque de transformación, atacando las causas de raíz, con apego a los derechos humanos y al principio humanista de cooperación entre los pueblos y naciones para el desarrollo con justicia y paz”, afirmó.
