Realiza UNAM monitoreo satelital permanente para detectar incendios forestales
Ante el incremento de incendios forestales en nuestro país, el año pasado consumieron más de 730,000 hectáreas de bosques y selvas, investigadores del Instituto de Geografía (IGf) de la UNAM, realizan un monitoreo satelital permanente a través de un sistema automatizado de visualización para la detección de puntos de calor que permite alertar de forma oportuna sobre la ubicación e intensidad de incendios de gran magnitud.
Encabezados por Lilia Manzo Delgado, del Laboratorio de Análisis Geoespacial, los científicos universitarios desarrollaron un avanzado algoritmo informático que se conecta directamente al satélite geoestacionario (GOES 16/ABI) de la NASA, por medio del cual se pueden detectar anomalías térmicas y generar una serie de imágenes, datos y coordenadas que permiten ubicar con precisión y en tiempo real incendios forestales, quemas agrícolas o puntos de calor generados por las industrias.
Desde el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT), ubicado en el IGf, se analizan las imágenes del satélite, se procesa la información, en un lapso aproximadamente de tres minutos y se envían los datos a las diferentes dependencias gubernamentales que se encargan de poner en marcha los operativos y protocolos necesarios para atender emergencias forestales en el menor tiempo posible.
Manzo Delgado comentó que el sistema de visualización recopila e integra la información necesaria para determinar la zona y las características de un incendio. “El algoritmo detecta que hay un lugar en donde se está presentando una temperatura muy alta, la cual puede estar muy probablemente asociada a un incendio forestal; dentro de esas características registra si se encuentra en un bosque, selva o matorral, y si se registra que está en una zona de pastizal, por ejemplo, entonces es muy probable que esté asociado a una quema para actividad ganadera o agrícola”.
La investigadora destacó que en los últimos años hay una tendencia mundial de aumento significativo de los incendios forestales como una respuesta del calentamiento global en la que hay periodos más prolongados de sequías que favorecen a que se presenten incendios de gran magnitud cada vez más frecuentes.
“Hemos visto que en los últimos años ha habido grandes incendios, por ejemplo en Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora o Baja California; entonces en diferentes estados se llegan a presentar estos grandes incendios, muchas veces asociados a las áreas naturales protegidas, porque en ellas hay un poco más de acumulación de material combustible con vegetación muy seca que permite que se den las condiciones ideales para que se inicie y se propague un incendio relevante”.
Durante la última semana, gracias al sistema de monitoreo satelital que se realiza desde la UNAM se han detectado una serie de incendios forestales de magnitud considerable en entidades como Chiapas, Jalisco, Chihuahua, Oaxaca, los límites de Morelos y el Estado de México, así como en el Parque Nacional del Pico de Orizaba en Veracruz, señaló.
“El laboratorio, por medio de sus pantallas interactivas, nos permite realizar un monitoreo de los incendios con mayor frecuencia y precisión, y al compartir la información con las autoridades responsables se puede tener una reacción más oportuna para poder controlar un evento de manera más rápida, dirigiendo las brigadas y los recursos materiales y humanos, con mayor eficiencia hacia los lugares que marca el sistema satelital y, con ello, evitar mayores afectaciones principalmente en las áreas protegidas de bosques y selvas”.
Entre las dependencias con las cuales la UNAM comparte la información que arroja el sistema de detección de puntos de calor y con las que tiene estrecha colaboración están la Conafor, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, el Centro Nacional de Prevención de Desastres, el Servicio Meteorológico Nacional, así como la Secretaría de Marina.