Seguridad hídrica también implica gestión del servicio en todos los niveles y lugares
La seguridad hídrica no sólo implica garantizar el acceso igualitario y completo al agua potable y saneamiento, sino también a la gestión del servicio en todos los niveles y lugares, sostuvo el doctor Luis Antonio Traba en el Ciclo de conferencias Experiencias participativas del agua en América Latina y el Caribe, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Importante es llamar la atención sobre el objetivo 6 de Desarrollo Sostenible, pero lo es más la intervención de la ciudadanía que se coloca en un rol delegativo y sólo paga para que el agua llegue al grifo, reconoció en el acto organizado por esta casa de estudios, el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, la Universidad de Guadalajara y el Observatorio de Servicios Sanitarios de la Universidad del Litoral (UNL) de Argentina.
El académico de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL expuso que es en los domicilios donde también se genera desperdicio al realizar labores domésticas o de higiene personal y donde también se registra poca voluntad para pagar por el recurso.
“Cuando reciben la factura que representaría una cuarta o quinta parte de lo que sería pagar por el cable de televisión se quejan y no tienen una gran disposición de erogar el monto por el servicio del líquido”, lo cual representa una sinergia negativa en el panorama urbano del país.
Por tanto, es de interés destacar la prestación del servicio sanitario y cloaca de Argentina, pues “podemos afirmar que a lo largo de toda América Latina hay un panorama muy variado, pero con factores comunes en términos de gobernanza”.
De acuerdo con las investigaciones del Observatorio de Servicios Sanitarios, los marcos reguladores están fuertemente desactualizados y no consideran a todos los actores, así como tampoco prevén el nuevo panorama que plantea el cambio climático, sumado a que no hay una ley nacional, por ejemplo, en Argentina que conlleva a que cada provincia resuelva a su manera lo relacionado a las tarifas con un resultado desigual.
“Sin dejar de lado que protagonistas importantes del sistema todavía sostienen un marco de gestión sectorial, es decir, que impiden fundamentalmente la integración sobre espacios como las cuencas hídricas, mientras la ley de financiamiento nacional e internacional sigue enfocada en ampliar la cobertura y no cuenta con opciones hacia la modernización de los servicios, lo que conlleva a redes con decenas de años de antigüedad”.
La doctora Maria Tereza Pepe Razzolini, profesora de la Universidad de Sao Paulo, planteó los resultados del proyecto Soluciones alternativas de suministro de agua para el consumo humano, ¿son seguras?, que de manera conjunta realizó con Adelaide Cássia Nardocci, del Centro de Investigación para la Evaluación de Riesgos Ambientales de Brasil, para referir que se enfrentaron a un escenario preocupante y con riesgos muy altos, en especial para la población infantil, la cual está expuesta a repetidas infecciones que pueden derivar en dificultades para el desarrollo cognitivo.
En virtud de ello, “es urgente y necesario que la gobernanza tenga una actuación intensa en áreas de vulnerabilidad debido a que los riesgos fueron muy elevados al tener el suministro de agua de pozos rasos, encontrando enfermedad diarreica aguda en niños menores de 24 meses en las poblaciones estudiadas”.
Las investigadoras explicaron que una cosa que perjudicó la indagación fue que la población de estudio “demostró fragilidad por la situación de vulnerabilidad y no fue tan fácil acercarnos a ellos”.