Uso inadecuado de suelo y agua pone en riesgo seguridad alimentaria: Sader
Los suelos en México, “tristemente”, tienen menos de 1% de materia orgánica, en términos generales, lo que impacta su fertilidad, indicó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, quien advirtió que si no reconocemos la necesidad de hacer un uso adecuado de este recurso y del agua, pondremos en riego la seguridad alimentaria del país.
Durante la presentación virtual del segundo Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad, el funcionario federal expuso que 76 por ciento de los suelos en territorio nacional registran algún grado de erosión, lo que afecta las zonas arables y disminuyen su nutrición.
“Debemos ser capaces de garantizar la alimentación con las formas y medios que tenemos actualmente, de forma sustentable, y con uso adecuado de los suelos, manejo adecuado del recurso hídrico y conservar la agrobiodiversidad para evitar poner en riesgo la seguridad alimentaria de la sociedad”, subrayó.
Ante este panorama, Villalobos Arámbula manifestó que el gobierno federal realiza acciones para tener suelos ricos y sanos que garanticen productvidad. Igual llamó la atención sobre la necesidad de reducir la huella hídrica y hacer uso racional de agua, dado que la agricultura mundial consume 77% de agua dulce para producir alimentos.
La disponibilidad de agua –alertó– es cada vez más impredecible y la adaptación de materiales más tolerantes a la sequía, el acceso a sistemas de riego tecnificado y la rotación de cultivos que se práctica en países como Argentina y Brasil, son temas que se abordan en el congreso para impulsar políticas públicas y programas con mayor impacto productivo y sostenible.
Por otra parte, abundó, ha habido déficit, no hemos aumentado superficie de riego tecnificado como se requeriría y existe la necesidad de hacer uso más adecuado de estas tecnologías para evitar perdida de agua en zonas agrícolas.
En su intervención, el funcionario federal hizo hincapié en que existen iniciativas para impulsar mecanismos en la captura de carbono, estudios de sobreutilización de compuestos químicos, sobrepastoreo y sobreexplotación de productos agrícolas.
La Sader y sus organismos sectorizados –resaltó– realizan acciones para retener la erosión del suelo, con el manejo de microcuencas, cosecha de agua de lluvias, la estimulación de nubes en zonas áridas y semiáridas y la utilización de tecnologías tradicionales e innovadoras, con el acompañamiento técnico de instituciones internacionales. También refirió la necesidad de instrumentar trabajos para la incorporación de materia orgánica, evitar la quema de parcelas y utilizar menos el tractor, que provoca una degradación progresiva del recurso suelo.
El titular de la Sader aseguró que en agricultura no podemos tener una visión del agua suelo y agrobiodiversidad en forma separada, tiene que ser en forma integrada.
Hizo alusión a que el gobierno de México desarrolla una serie de programas, proyectos y acciones, a través de la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASAS) e impulsa la medición de la huella hídrica en la producción de alimentos y un mejor aprovechamiento de la biodiversidad, con la colaboración de organismos nacionales e internacionales y centros de investigación.
Insistió en la necesidad de trabajar en la tecnificación del riego, de evitar el riego rodado que se práctica en algunas zonas del país, lo cual tiene costos importante, aunque matizó: “lo más costoso es no tener recursos hídricos”. Otra práctica que se fomenta es la reconversión productiva, substituir cultivos por especies que demandan menos agua y tienen acceso y precio en el mercado.
El segundo Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad se realizará en la sede de la Sader, en Ciudad Obregón, Sonora, del 11 al 13 de octubre, con la participación de expertos quienes compartirán sus investigaciones y experiencias para impulsar la práctica de una agricultura sustentable, resiliente e inclusiva.