La Unión Europea (UE) es socio estratégico de México como mercado de exportación y proveedor de productos agrícolas, lo que ha permitido complementar el abasto nacional e impulsar políticas públicas para apoyar a los productores y mejorar la seguridad alimentaria de manera sostenible.
En 2022, nuestro país exportó productos agroalimentarios por aproximadamente mil 400 millones de euros hacia los países de aquella zona del mundo, destacó la coordinadora general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Lourdes Cruz Trinidad.
México es importante proveedor hacia esa región y entre los productos se encuentran café, cerveza, tequila, mezcal, garbanzo, miel, atún, jugo de naranja, espárrago, aguacate, mango, aceites vegetales, frutillas, cebollas y chiles, por mencionar algunos, añadió.
Al participar en el taller sobre Agricultura y sistemas alimentarios sostenibles, organizado por la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria (DG SANTE) de la Comisión Europea, en colaboración con la Sader y que reunió a funcionarios, investigadores y académicos de la Unión Europea y México,
En representación del secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, Cruz Trinidad resaltó la intención del gobierno mexicano por privilegiar esquemas de apoyo sostenibles, desde el punto de vista social y ambiental, y los apoyos al campo permitan a los productores lograr un ingreso digno y la obtención de alimentos sanos e inocuos para toda la población, sostuvo.
Subrayó que la próxima entrada en vigor de la Modernización del Acuerdo de Libre Comercio entre México y la Unión Europea permitirá consolidar y profundizar esta posición y otorgará mayores oportunidades para la diversificación de las exportaciones agrícolas, según un comunicado de la Sader.
El coordinador general de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Salvador Fernández Rivera, anotó que al igual que las acciones establecidas en la Unión Europea, en México también se comparte una visión sistémica de apoyar una agricultura sostenible y resiliente a riesgos climáticos, sanitarios y de mercado, para disminuir la inestabilidad en el abasto de alimentos y minimizar las pérdidas económicas y menores emisiones de gases de efecto invernadero.
Acciones contra el cambio climático
La pandemia puso de manifiesto la necesidad de impulsar sistemas alimentarios controlados y resilientes que funcionen en todas las circunstancias y garanticen un suministro suficiente de alimentos y asequible para todos nuestros ciudadanos, comentó el jefe de la Unidad de Relaciones Internacionales Bilaterales de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, Koen Van Dyck.
Dicha problemática, aunado a las sequías, inundaciones, incendios o nuevas plagas y enfermedades causadas por el cambio climático, amenazan a los sistemas alimentarios en términos de suministro y seguridad, manifestó.
Dijo que si bien existe una mayor conciencia global y se asumen nuevos compromisos e implementan soluciones, estos problemas son a largo plazo y es necesario ejecutar acciones firmes y expeditas para fomentar una mayor cooperación y colaboración a nivel mundial.
Frente a esos desafíos, Van Dyck compartió que la Unión Europea puso en marcha la estrategia De la Granja a la Mesa para contribuir al logro de la neutralidad climática hacia el 2050 y ésta pretende hacer evolucionar el sistema alimentario actual hacia un modelo sostenible con beneficios ambientales, sanitarios, sociales y económicos.
El presidente de Food Europe, Dirk Jacobs, destacó los principios del Código de Conducta de la Unión Europea para la comercialización sostenible de productos agrícolas, mientras que por México, la vicepresidenta de Sustentabilidad del Consejo Nacional Agropecuario, Patricia Toledo, destacó también el uso de certificaciones voluntarias, así como de la innovación y el uso de tecnologías para apoyar la transición hacia una agricultura más sostenible.
