Urge a invertir en sistemas alimentarios sostenibles, saludables y resilientes
“Los sistemas alimentarios mundiales están rotos. Y miles de millones de personas están pagando el precio. Más de 780 millones de personas pasan hambre, mientras que casi un tercio de todos los alimentos producidos se pierde o se desperdicia”, declaró el secretario general durante la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, que se celebra en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del 24 al 26 de julio.
El evento contará con la participación de 2,000 participantes de más de 160 países, entre ellos más de 20 jefes de Estado y de Gobierno, quienes debatirán sobre la transformación de los sistemas alimentarios con el objetivo de acabar con el hambre.
António Guterres instó a los gobiernos a hacer mayores inversiones en sistemas alimentarios resilientes, agua, saneamiento y una agricultura que pueda resistir las crisis.
También pidió a los gobiernos y a las industrias alimentaria, agrícola, de transporte y minorista que encuentren maneras de reducir el coste de producción y distribución, y aumentar la disponibilidad geográfica de alimentos frescos y saludables para todas las personas.
Comida y dinero suficientes
Por otra parte, sostuvo que en el mundo hay comida suficiente para todos, al igual que dinero para financiar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles que den de comer a todos los habitantes del planeta y representen un trabajo decente para quienes laboren en el sector.
Además, continuó, hay tecnologías agrícolas que pueden poner alimentos saludables al alcance de todas las personas.
Pese a que muchos países se están esforzando, aseveró que es imperativo actuar con urgencia en tres áreas clave, la primera de las cuales es invertir masivamente en sistemas alimentarios sostenibles, equitativos, saludables y resilientes.
Explicó que eso incluiría inversiones mayúsculas en adaptación y sistemas de alimentos, salud, agua, saneamiento y agricultura que puedan resistir los impactos del cambio climático, así como sistemas de alerta temprana.
Por último, el secretario general reiteró la importancia de reducir la huella de carbono del procesado, envasado y transporte de alimentos y aprovechar las nuevas tecnologías para reducir el uso insostenible de la tierra y el agua, el cual “alimenta la crisis climática, genera un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, utiliza el 70% del agua dulce del planeta y provoca una pérdida de biodiversidad a escala épica”.
Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 3100 millones de personas en el mundo, o el 42% de la población mundial, no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021 y si no se toman medidas inmediatas, para 2030 las personas con desnutrición crónica llegarían a 600 millones.