10.7% de la superficie terrestre afectada por la salinidad
Mil 381 millones de hectáreas de tierra (el 10.7 por ciento de la superficie terrestre total del mundo) están afectadas por la salinidad, y otros mil millones de hectáreas están en riesgo debido a la crisis climática y la mala gestión humana.
De acuerdo con el primer informe de evaluación global de los suelos afectados por la salinidad en 50 años, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señala que la salinidad excesiva reduce la fertilidad de los suelos y afecta gravemente la sostenibilidad ambiental. En los países más afectados por este problema, el estrés salino puede provocar pérdidas de rendimiento de cultivos como el arroz o los frijoles de hasta el 70 por ciento.
El informe sobre el estado mundial de los suelos afectados por la salinidad se presentó durante el Foro Internacional sobre el Suelo y el Agua 2024 en Bangkok. En el evento, organizado conjuntamente por la FAO y el Ministerio de Agricultura y Cooperativas de Tailandia, se analizó un plan de acción para detener y revertir la degradación del suelo y la escasez de agua.
En el informe se estima que el 10 por ciento de las tierras de cultivo de regadío y el 10 por ciento de las tierras de cultivo de secano están afectadas por la salinidad, aunque la incertidumbre sigue siendo alta debido a la limitada disponibilidad de datos. Los modelos de tendencias de aridez mundial indican que, de seguir la tendencia actual de aumento de la temperatura, la superficie afectada puede aumentar hasta representar entre el 24 y el 32 por ciento de la superficie terrestre total. Se prevé que la gran mayoría de la aridificación se producirá en los países en desarrollo.
En la actualidad, 10 países (Afganistán, Australia, Argentina, China, Kazajstán, Federación Rusa, Estados Unidos, Irán, Sudán y Uzbekistán) representan el 70 por ciento de los suelos afectados por sal del mundo.
Los factores que provocan la salinización son tanto naturales como inducidos por el hombre.
La crisis climática está aumentando la aridez y la escasez de agua dulce. Se estima que el aumento del nivel del mar pondrá a más de mil millones de personas en zonas costeras en riesgo de inundaciones progresivas y salinización para finales de siglo. Además, el calentamiento global está contribuyendo a la salinización mediante el deshielo del permafrost.
Las prácticas agrícolas inadecuadas también desempeñan un papel importante, como el riego de los cultivos con agua de mala calidad, el drenaje inadecuado, la deforestación y la eliminación de la vegetación de raíces profundas, el bombeo excesivo de agua en las zonas costeras y del interior, el uso excesivo de fertilizantes y agentes antihielo y la actividad minera.
El uso mundial de agua dulce, en particular, se ha sextuplicado durante el último siglo, contribuyendo a la salinización de las aguas subterráneas debido a la sobreexplotación de los acuíferos para fines de riego.
El informe también pide un marco jurídico a nivel nacional e internacional para salvaguardar los ecosistemas salinos naturales y garantizar la gestión sostenible de los suelos agrícolas de regadío, en particular en las zonas con riesgo de salinización. El objetivo principal es proteger la productividad, la calidad y la salud general del suelo, asegurando la calidad y cantidad de alimentos para las generaciones futuras.