En América Latina 66 millones en pobreza extrema no pueden adquirir una canasta básica
La pandemia de COVID-19 dejó una huella profunda en América Latina y el Caribe, elevando drásticamente los índices de pobreza. Sin embargo, los datos más recientes muestran una recuperación, al lograr reducir la pobreza a niveles de 2014.
A pesar de este avance, los números siguen siendo alarmantes: 172 millones de personas en la región no pueden satisfacer sus necesidades más básicas, y 66 millones viven en pobreza extrema, incapaces de acceder incluso a una canasta básica, según el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En la publicación, Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2024, precisa que la tasa de pobreza extrema alcanzó a un 10.6% de la población de la región, cifra inferior a la de 2022 en 0.5 puntos porcentuales, pero por encima de los niveles de 2014.
El estudio atribuye en más de un 80% la disminución de la pobreza regional a Brasil, donde habita más de una tercera parte de la población regional y existen transferencias no contributivas. La CEPAL estima que sin Brasil, la cifra de pobreza hubiera sido de 28.4%.
La pobreza seguiría bajando este año
Para este año, la entidad de la ONU proyecta disminuya un poco, al 26.8%, lo que representaría a 170 millones de personas. La pobreza extrema la calcula en 10.4%.
Los datos desagregados indican que Colombia, El Salvador, Paraguay y República Dominicana redujeron la pobreza en al menos un punto. En Honduras y Perú, la pobreza subió.
Un total de doce países disminuyeron la pobreza, sobre todo gracias los ingresos de los trabajadores formales y a las transferencias públicas, las ayudas de emergencia y las pensiones no contributivas.
Más mujeres que hombres pobres
La CEPAL destacó que la pobreza sigue afectando más a las mujeres que a los hombres en edad laboral y que el porcentaje de niños y adolescentes en situación de pobreza es considerablemente más alto que el de otros grupos etarios.
“La división sexual del trabajo y la actual organización social de los cuidados crean brechas de género que se expresan durante todo el ciclo de vida y en los obstáculos que enfrentan las mujeres para la inclusión laboral y protección social”, plantea el estudio.
La pobreza también es mayor en las zonas rurales que en las urbanas, con tasas de 39.1% y 24.6%, respectivamente.
Desigualdad alta y movilidad social baja
En tanto, la distribución de la riqueza es aún más concentrada y desigual que la del ingreso, subraya el texto, que especifica que en 2021, el 10% de las personas de mayores ingresos concentraba el 66% de la riqueza total y el 1% más rico concentraba el 33%.
América Latina es una región de desigualdad alta, movilidad social baja y cohesión social débil con políticas sociales y sistemas de protección endebles, dice el informe, y enfatiza la necesidad de fortalecer la protección social para combatir la desigualdad.