Productores de pequeña escala, principales proveedores de alimentos del país
En México, los productores de pequeña escala son los proveedores de alimentos de 54 millones de personas (41.1 por ciento de la población del país) y los principales generadores de agrobiodiversidad y variabilidad genética de cientos de cultivos, destacaron especialistas durante las conferencias, conversatorios y paneles del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA) 2024.
El consultor independiente Vicente Arriaga Martínez dictó la conferencia magistral: “La agrobiodiversidad y sus múltiples facetas”, en la que resaltó que nuestro país es referente mundial en materia de centro de origen, domesticación y diversidad genética del reino vegetal, en gran parte debido a la aportación de conocimientos tradicionales y de prácticas de conservación.
Resaltó que en los agroecosistemas tradicionales se promueve y da continuidad al desarrollo de los cultivos y a la diversidad genética, a través del manejo y selección de semillas en cada ciclo agrícola y por la selección de semillas que realizan los agricultores. Se trata de un proceso enriquecedor que no tiene lugar en la producción intensiva, agregó.
Asimismo, ante los efectos del cambio climático y la pérdida de ecosistemas, recomendó reforzar en el sector agrícola la difusión de información de los beneficios de mantener la diversidad genética; incentivar la participación de los productores de pequeña escala y de expertos en investigación y desarrollo; fortalecer las capacidades locales y sistematizar y difundir las innovaciones y el conocimiento que se genere en el ámbito agroalimentario.
Prácticas sostenibles reducen costos e incrementan producción
Al coordinar el conversatorio en el que productores presentaron casos de éxito, el representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en México, Diego Montenegro Ernst, sostuvo que lo expuesto son ejemplos y referencias de la incorporación de nuevas prácticas agrícolas y tecnologías para transformar los sistemas alimentarios.
La productora de maíz en Chiapas, María Luisa Gordillo Mendoza, quien cultiva con un sistema para mejorar la salud de los suelos y obtener mayores rendimientos, detalló que aplica en sus cultivos agricultura de conservación para proteger la agrobiodiversidad, alterna la siembra de maíz con leguminosas y produce abono orgánico con los residuos de sus producciones.
Con la aplicación de estas tecnologías logró incrementar la producción de maíz híbrido, al pasar de tres a 8.5 toneladas por hectárea, lo que incidió en el bienestar de su familia y contribuyó a la conservación y enriquecimiento del suelo agrícola, detalló.
La productora de espárrago en Texcoco, Estado de México, Ofelia Arizaga de Soto, expuso que con la aplicación de prácticas agrícolas sostenibles ha trabajado por 10 años en la producción de espárragos, actividad que inició bajo el esquema de campo experimental, con el acompañamiento de estudiantes de la Universidad Autónoma Chapingo.
Citó que el cultivo del espárrago lo realiza de manera manual y con ello se evita dañar el suelo agrícola y se aprovecha la fauna benéfica y microorganismos; utilizan cercos vivos para mejorar la nutrición del suelo; emplean un sistema de riego de aspersión y la plántula es germinada por ellos mismos.
Por su parte, el productor de la Granja Agronatural, José Luis Campos Mariscal, indicó que con prácticas agroecológicas y un esquema de economía circular han logrado vincular con éxito a productores de pequeña escala del municipio de Texcoco, Estado de México, y se ha logrado un trabajo integral e introducir su producción agropecuaria en los mercados locales.
Destacó el proceso en la gestión de residuos orgánicos e inorgánicos, con el manejo de alrededor de 500 toneladas de desperdicios para la generación de abono orgánico en la producción de granos y forrajes, entre otros, con el fin de autofinanciar la granja, que está integrada por varias familias productoras.
El productor de café orgánico de la Organización Catuaí Amarillo, Esteban Escamilla Prado, quien cultiva con prácticas sustentables y comercializa en los mercados internacionales, afirmó que el aromático es un cultivo posicionado como socioambiental y ligado al patrimonio biocultural en el país.
Precisó que su práctica bajo sombra ayuda a proteger la salud de los suelos, la mejor administración de agua, y un aprovechamiento integral de la producción de café y otros productos.