Pueblos indígenas en aislamiento voluntario son los mejores protectores de los bosques
El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Alrededor de 200 grupos de pueblos indígenas viven actualmente en aislamiento voluntario y contacto inicial (PIACI), de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidad (ONU).
Residen en bosques remotos ricos en recursos naturales en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, India, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Perú y Venezuela. Eligen vivir separados del resto del mundo y su modelos de movilidad les permite dedicarse a la caza y la recolección, preservando así sus culturas y lenguas.
Estos pueblos tienen una estricta dependencia con su entorno ecológico. Cualquier cambio en su hábitat natural puede perjudicar tanto la supervivencia individual como la supervivencia de todo su grupo.
A pesar de su derecho a la autonomía, los PIACI se enfrentan a desafíos únicos que el mundo circundante a menudo pasa por alto.
Por ejemplo, el desarrollo de la agricultura, la minería, el turismo y los recursos naturales en sus territorios está dando como resultado la deforestación de franjas de bosques de los Pueblos Indígenas, alterando su forma de vida y destruyendo el entorno natural que han protegido durante generaciones.
A todo ello se une la posible exposición a enfermedades derivadas del contacto externo, una de las amenazas más graves para su supervivencia. Debido a su aislamiento de las sociedades no Indígenas, no tienen defensas inmunológicas contra enfermedades relativamente comunes. Como tal, el contacto forzado con el mundo exterior puede tener consecuencias devastadoras y destruir sociedades enteras.
Este Día Internacional de los Pueblos Indígenas 2024 se centra en “Proteger los derechos de los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial”.
El organismo internacional señala que los Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial son los mejores protectores del bosque. Donde se protegen sus derechos colectivos a las tierras y territorios, los bosques prosperan, junto con sus sociedades. Y su supervivencia no sólo es crucial para la protección de nuestro planeta, sino que también es crucial para la protección de la diversidad cultural y lingüística.
En un mundo tan hiperconectado a día de hoy, la existencia de pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial es un testimonio del rico y complejo tejido de la humanidad, y sería una enorme pérdida para nuestro mundo si dejan de existir.