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Reducir pérdida y desperdicio de alimentos es crucial para mejorar la seguridad alimentaria

Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es crucial para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, promover el uso eficiente de los recursos, proteger el medio ambiente y fomentar una distribución más equitativa de los recursos alimentarios a nivel mundial, afirmó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) QU Dongyu.

El secretario general hizo estas declaraciones en un mensaje de vídeo en un evento virtual mundial para conmemorar el quinto Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos , que se celebra el domingo (28 de septiembre). El evento, que también incluyó un mensaje de Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ( PNUMA ), y fue organizado por la FAO y el PNUMA, destacó la necesidad crítica de financiación para ayudar a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y contribuir así a la consecución de los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible.

En la actualidad, más del 13 por ciento de los alimentos se pierden a nivel mundial en la cadena de suministro después de la cosecha en las granjas y antes de la etapa de venta minorista. Además, el desperdicio de alimentos, que se produce en los niveles minorista, de servicios de alimentación y domésticos, asciende al 19 por ciento, según las estadísticas del PNUMA.

Además, se calcula que la pérdida y el desperdicio de alimentos representan entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El gas metano producido por la pérdida de alimentos también tiene un potencial mucho mayor para atrapar el calor que el dióxido de carbono, lo que afecta al medio ambiente.

Sin embargo, “al reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, los países y las comunidades pueden beneficiarse de una mayor seguridad alimentaria, el acceso a dietas saludables y una menor malnutrición, al tiempo que disminuyen su huella de gases de efecto invernadero”, señaló Qu.

El Informe de Perspectivas Agrícolas de la OCDE y la FAO para el período 2024-2033 proyecta que al reducir a la mitad la pérdida y el desperdicio de alimentos podemos reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero de la agricultura en un 4 por ciento y el número de personas desnutridas en 153 millones para el año 2030.

Para lograrlo, es muy necesario aumentar las inversiones en materia de clima y rediseñar y ampliar los sistemas de almacenamiento para reducir las pérdidas de alimentos en las fases iniciales de la cadena de suministro, en particular en las economías de bajos ingresos. También es fundamental aumentar la concienciación pública y la educación de los consumidores a nivel de los hogares, y aplicar esas medidas a nivel mundial, destacó el Director General de la FAO.

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