Desaceleración económica, tensiones geopolíticas y cambio climático dificultan mercado laboral

La economía mundial se está desacelerando, lo que dificulta la plena recuperación de los mercados laborales, asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo con el nuevo informe de la OIT, Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2025 (WESO Trends), las tensiones geopolíticas, el aumento de los costes del cambio climático y los problemas de deuda sin resolver están poniendo bajo presión a los mercados laborales.
Además, los países de renta baja parecen ser especialmente vulnerables, ya que en ellos los avances en la creación de trabajo decente han sido más lentos.
Según el estudio, en 2024 el empleo mundial se mantuvo estable y sólo creció gracias al aumento de la población activa, lo que mantuvo la tasa de desempleo en el 5%. Sin embargo, el desempleo juvenil apenas mejoró y se mantuvo en el 12.6%. El trabajo informal y la pobreza de los trabajadores volvieron a los niveles anteriores a la pandemia, y los países de bajos ingresos fueron los que tuvieron más dificultades para crear empleos decentes.
“La eliminación de las diferencias de género y de cualificación y la mejora de las desigualdades salariales son esenciales no sólo para el crecimiento económico, sino también para el avance de la justicia social. El trabajo decente y el empleo productivo son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030”, declaró el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
Aunque la inflación ha disminuido, sigue siendo elevada, lo que reduce el valor de los salarios, según el informe. Los salarios reales sólo han aumentado en algunas economías avanzadas, y la mayoría de los países aún se están recuperando de los efectos de la pandemia y la inflación.
En las Américas, el crecimiento del PIB va acompañado de un retroceso de la inflación en toda la región, en 2024 este fue del 2.4% y se espera que se ralentice hasta el 2.3% en 2025, impulsado por una ligera desaceleración del crecimiento del PIB en Estados Unidos.
Entre los riesgos para las perspectivas se encuentran las implicaciones geopolíticas y comerciales de la nueva administración estadounidense. En México y los países centroamericanos, las políticas migratorias restrictivas de EE.UU. pueden afectar a los flujos de remesas, lo que a su vez podría afectar al consumo privado.