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El océano es el recurso compartido por excelencia, pero le estamos fallando: Guterres

Los océanos están absorbiendo el 90% del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero y están cediendo bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación.

Los arrecifes de coral están muriendo. Las poblaciones de peces están colapsando. La subida del nivel del mar, dijo, pronto podría “sumergir deltas, destruir cultivos y engullir costas, amenazando la supervivencia de muchas islas” señaló el secretario general de la ONU, António Guterres.

Durante la inauguración de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos advirtió: “El océano es el recurso compartido por excelencia”, dijo a los delegados reunidos en el puerto de Niza. “Pero le estamos fallando”.

Un tratado al alcance

Uno de los principales objetivos de la cumbre es contribuir a la entrada en vigor del histórico Tratado de Alta Mar, conocido como el acuerdo BBNJ, adoptado en 2023 para salvaguardar la vida en aguas internacionales.

Se necesitan sesenta ratificaciones para que el tratado se convierta en derecho internacional vinculante. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que este hito está ya al alcance de la mano.

“Además del medio centenar de ratificaciones ya presentadas aquí en las últimas horas, 15 países se han comprometido formalmente a sumarse a ellas”, declaró. “Esto significa que se ha alcanzado el acuerdo político que nos permite decir que este [Tratado] se aplicará correctamente”.

Tanto si se cruza el umbral legal esta semana como si se hace poco después, añadió el presidente francés, “es una victoria”.

Negociaciones de alto nivel en la Zona Azul

El tono marcado por los discursos de apertura dejó claro que Niza será el escenario de negociaciones de alto nivel, sobre la finalización de un tratado mundial sobre la contaminación por plásticos, el aumento de la financiación de los océanos y las opiniones encontradas en torno a la explotación minera de los fondos marinos.

Se espera que se anuncien cientos de nuevas promesas, que se sumarán a los más de 2000 compromisos voluntarios contraídos desde la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en 2017.

Las conversaciones, de una semana de duración, culminarán con la adopción de una declaración política y la presentación del Plan de Acción Oceánica de Niza, un proyecto alineado con el histórico Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un acuerdo de 2022 para proteger el 30% de los ecosistemas marinos y terrestres para 2030, conocido como el compromiso 30 para 30.

“Las profundidades marinas no pueden convertirse en el Salvaje Oeste”, advirtió Guterres.

Lo que se perdió puede volver

Los objetivos de la Conferencia son ambiciosos pero claros: avanzar en el compromiso “30 para 30”, promover la pesca sostenible, descarbonizar el transporte marítimo y desbloquear nuevas vías de “financiación azul”, incluidos los bonos oceánicos y los canjes de deuda por naturaleza para apoyar a los Estados costeros vulnerables.

Además de las sesiones plenarias, el lunes habrá dos grupos de acción de alto nivel: uno sobre la conservación y restauración de los ecosistemas marinos, incluidos los hábitats de aguas profundas, y otro sobre el fortalecimiento de la cooperación científica, el intercambio de tecnología y la educación para salvar la brecha entre la ciencia y la política.

En su discurso de apertura, António Guterres subrayó que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14, sobre la vida submarina, sigue siendo el menos financiado de los 17 objetivos globales de la ONU.

“Esto debe cambiar”, afirmó. “Necesitamos modelos audaces para desbloquear el capital privado”.

“Lo que se perdió en una generación”, concluyó, “puede volver en otra. El océano de nuestros antepasados, rebosante de vida y diversidad, puede ser algo más que una leyenda. Puede ser nuestro legado”.

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