FIRA incentivará uso de innovaciones tecnológicas sustentables en agro

Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), del Banco de México, puso en marcha la iniciativa Sustenta+, que con incentivos financieros, innovaciones tecnológicas sustentables y crédito a proyectos agrícolas que favorezcan el cuidado del medio ambiente, pretende reducir hasta un 30% en el uso de fertilizantes químicos en la agricultura nacional.
Lo anterior representará una disminución de emisiones de CO₂ estimada, tan solo para el ciclo primavera verano 2025 de hasta 15,600 toneladas anuales, equivalentes a la captura anual de más de 500,000 árboles de bosque natural.
Sustenta+ es una estrategia que busca acelerar la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, dado que la fertilización química en la producción agropecuaria es responsable del 32% de la acidificación de suelos, 78% de la eutrofización de las aguas, dentro y fuera de territorio, y 20% de la contaminación del aire con gases de efecto invernadero.
Lo anterior lo expuso el director general de FIRA, Jesús Alan Elizondo Flores, quien detalló que el esquema, operado a través de las parafinancieras, donde se brinda un incentivo para que los productores agrícolas puedan adquirir sin costo, bioinsumos o productos biológicos que mejoran la salud del suelo, disminuyan el uso de fertilizantes químicos y reduzcan la contaminación ambiental generando a la vez mayores condiciones de biodiversidad en su entorno.
La estrategia de FIRA está diseñada para extender a gran escala el uso de bioinsumos e iniciará operaciones este ciclo primavera-verano 2025 para maíz en los estados de Chihuahua, Jalisco y Guanajuato y para caña de azúcar en estados productores.
El programa se presentó el pasado 25 de abril en Irapuato, donde Jesús Alan Elizondo, quien explicó que el programa nace un diagnóstico que hizo FIRA durante de varias ciclos que ha venido trabajando en torno a una agricultura más sostenible, que le de vida a la tierra y que permita producir en el largo plazo sin que se vaya perdiendo la calidad de los suelos.
Destacó la importancia de este tipo de iniciativas por la importancia social y económica del campo en el desarrollo del país y porque con estas intervenciones el Estado puede ir cerrando las brechas de desarrollo entre las comunidades, sobre todo porque 84% de nuestros productores tienen superficies menores a cinco hectáreas, lo cual los hace todavía más vulnerables y esto cierra las puertas para acceder, por ejemplo, al uso de insumos más sustentables.
En este sentido hizo hincapié en que el campo debe de ser visto no sólo como un sector productor de alimentos, sino que éste cobra relevancia en la actividad económica, por el empleo que genera y la captación de divisas del exterior.