Hambre extrema alcanza niveles récord en 2024

Más de 295 millones de personas en 53 países y territorios enfrentaron niveles agudos de hambre en 2024, según El Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias. Esta cifra representa un aumento de 13.7 millones respecto a 2023 y marca el quinto año consecutivo en que más del 20% de la población evaluada sufre inseguridad alimentaria aguda.
La situación más grave afecta a 1.9 millones de personas en condiciones de hambre catastrófica, el nivel más alto desde que se iniciaron los registros en 2016.
La desnutrición infantil se ha intensificado en zonas de conflicto como Gaza, Malí, Sudán y Yemen. En América Latina, cerca de 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda. El informe identifica seis países en crisis: Haití, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, y las poblaciones migrantes y refugiadas en Ecuador.
Haití es la más afectada de la región, con casi la mitad de su población en inseguridad alimentaria aguda, incluyendo unas 5,600 personas en situación de catástrofe (Fase 5 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria).
Aunque en Guatemala y Honduras se observaron mejoras, Colombia enfrenta dificultades persistentes, con un aumento de desplazamientos internos y altos niveles de hambre entre las poblaciones migrantes.
El informe también señala la preocupación por el hambre en Cuba, Venezuela y entre migrantes en Perú, pero estos países no han proporcionado suficientes datos para el informe.
Los conflictos afectan a 140 millones de personas
Los autores del informe apuntan a los conflictos como el principal factor de la inseguridad alimentaria aguda, afectando a unos 140 millones de personas en 20 países y territorios.
Se ha confirmado una hambruna en Sudán; otros puntos críticos con personas en niveles catastróficos de hambre incluyen la Franja de Gaza, Sudán del Sur, Haití y Malí.
Las crisis económicas, incluidas la inflación y la devaluación de la moneda, provocaron hambre en 15 países, afectando a 59.4 millones de personas.
Los fenómenos meteorológicos extremos, en particular las sequías e inundaciones inducidas por el fenómeno de El Niño, empujaron a 18 países a crisis alimentarias que afectaron a más de 96 millones de personas.