Mango orgánico del Soconusco a la tienda
En la frontera con Guatemala, a orillas del Río Suchiate, se encuentra la zona del Soconusco, en el estado de Chiapas. Es en esta zona, del municipio de Acapezahua, donde se encuentran las huertas de la empresa Orgánicos Piquito, una organización que agrupa a cinco productores.
Esta microempresa familiar decidió cambiarse a la producción de mango orgánico “por la necesidad de hacerlo valer”, porque con la producción convencional, “no te pagan nada, en realidad pierde uno”, lamenta Guadalupe Velázquez Avendaño, portavoz de la empresa.
Y es que en la comunidad de Acapezahua la reja de 30 kilos de mango tiene un precio aproximado de 70 pesos, es decir, alrededor de 2 pesos por kilo. Todo el fruto producido en la zona es comprado a este precio por quienes concentran la producción y cuentan con bodegas para luego comercializar en el Distrito Federal.
El mango de Orgánicos Piquito se cuece aparte, ya que se vende a un precio promedio de 10 pesos el kilo, es decir, cinco veces más que el convencional de la zona.
Nosotras procesamos una tonelada y lo demás se vende fresco, explica Guadalupe Velázquez, portavoz de la empresa que además de producir mango, procesa salsas de mango desde hace tres años.
La transformación del mango es totalmente casera. Piquito produce y comercializa cinco productos derivados del mango: escabeche de mango ataulfo con verduras; mermeladas de mango y tres salsas, de mango con chile habanero, de mango con chile habanero y verduras, y la agridulce de mango y verduras.
“Es algo nuevo y como es un producto que no hay en el mercado y ha sido un éxito”, presume Guadalupe Velázquez. Y es que según sus estimaciones, su mercado ha crecido aproximadamente en 100 por ciento cada año, ya que el consumidor ha tenido buena aceptación. En este caso, el producto de más éxito son las salsas, que pueden utilizarse como aderezo en ensaladas o acompañamiento de carnes.
Estos productos se comercializan, además de en Chiapas, en la capital del país a través de la cadena Green Corner. En cuanto a intentar comercializarla con cadenas de autoservicios, la respuesta es contundente: “No, para nada. Ha habido promociones allá en Chiapas, pero nunca le hemos entrado. Le tengo mucha desconfianza”, se sincera la productora.
Hay una empresa que comercializa en Monterrey interesada en exportar, aunque aún está en proyecto. “Pero para exportar se requiere volumen”, advierte Guadalupe Velázquez.
La empresa cuenta con 15 hectáreas de mango certificado como orgánico, las cuales producen aproximadamente 10 toneladas al año de fruto. Piquito está acreditado por Certimex.
¡Carámbolas!
Dentro de los productos de Piquito, cabe destacar otra mermelada que, aunque producida a menor escala, merece mención honorífica. Es el caso de la mermelada de carambola, un fruto con forma de estrella, poco conocido en México pero muy apreciado en Europa.
“Tenemos unos arbolitos de carambola ahí donde está el mango y hacemos también la mermelada, pero en realidad es poco”, señala Guadalupe.
En el caso de México “no tiene mercado y es muy cara”, comenta Guadalupe Velázquez, quien agrega que la puedes vender a muy buen precio, pero nadie la compra. La opción esta hacia el exterior, ya que “cada día yo siento que se ha ido vendiendo más. La fruta la conocen en Europa y es carísima; allá tal vez la pudiéramos vender.”
El proyecto de esta organización es, por el momento, ir creciendo poco a poco. “No tenemos grandes aspiraciones”, confiesa Velázquez, sólo “sacar nuestra producción, transformar todas nuestras 10 toneladas [de mango]”. El mercado ya dirá.