México quiere alimentar al Dragón chino
El potencial para los productos mexicanos está en alimentos balanceados, harinas de pescado, néctares, vainilla, café mexicano, productos orgánicos, bebidas tequila, mezcal y cárnicos.
Padilla Maya indicó que en lo que va del año las exportaciones agroalimentarias de México superan en 24 por ciento lo alcanzado durante el mismo periodo del año pasado y se observa un incremento exponencial en segmentos como el pecuario, que para el mercado de Asia crece en 150 por ciento.
El funcionario federal habló de que existen esfuerzos de empresas exportadoras en el mercado chino, pero no han sido consistentes porque no hemos llegado con una estrategia de país, por lo que subrayó que “la única forma de entrar a China es de una forma ordenada y de mediano y largo plazos”, que es un acuerdo de alto nivel entre las secretarías de Relaciones Exteriores y de Agricultura, ProMéxico y el sector privado.
Recordó que el año pasado una delegación mexicana, encabezada por el secretario de Agricultura Francisco Mayorga, visitó China y se estableció el compromiso de que en el primer de 2011 autoridades de esa nación vendrán a México a inspeccionar plantas de carne de cerdo y estamos presionando para que se establezca esta agenda, ya que un estudio muestra que en 75 fracciones arancelarias hay oportunidades para entrar a ese mercado.
La promoción de la carne de cerdo –recalcó– será la punta de lanza para otros productos mexicanos, que aunque están presentes en China, seguimos dependiendo de brokers e intermediarios que existen el Hong Kong, quienes a veces son los únicos que logran introducirse al mercado por las relaciones que tienen.
Cuando el gobierno del país asiático autorice las primeras plantas procesadoras de carne de cerdo México podrá exportar carne de cerdo en forma directa.
Para el mercado asiático existen unas 20 exportadoras mexicanas de carne de res y cerdo que, a su vez, aglutinan a cientos de productores de entidades como Quintana Roo, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Monterrey, Chihuahua y Tamaulipas.
México busca consolidar una oferta exportable, por las dimensiones del mercado y las oportunidades que hay en ese mercado. Por ejemplo, en abulón mexicano de Baja California hay un segmento muy grande, ya que el valor de las exportaciones en China supera 30 millones de dólares y se puede abrir hacia otros nichos.
Consideró que en el momento que se logre la demanda de productos cárnicos nuestro país estaría en posibilidades, además, de ser una plataforma de recepción de inversión extranjera para acelerar la infraestructura que se requiere para cumplir con la demanda, que hoy es superior a la capacidad de producción y los cupos de exportación no se alcanzan a llenar.
Gabriel Padilla hizo hincapié en que se trata de abrir mercados no sólo con una plataforma de exportación, sino con un portafolio de inversión. Por ejemplo en procesados el gran potencial de México es dar valor agregado a productos frescos, hortalizas y frutas, deshidratados, néctares y jugos, que demanda Asia y Europa en forma creciente.
Aprovechar otros mercados internacionales
Para lograr colocar productos en el exterior se requieren de certificados, por lo que el funcionario de Sagarpa comentó que el Global GAP –sello de calidad e inocuidad que exigen mercados internacionales– sería la plataforma para consolidar nuestras exportaciones y sacar mejor provecho al Tratado con la Unión Europea, que hoy significan 700 millones de dólares, que comparado con lo que se vende a Canadá o Japón es similar, “estamos sacando muy poco provecho a nuestro tratado con la Unión Europea”.
Además, dijo, México tiene que seguir trabajando en logística para abrir la posibilidad de rutas marítimas directas, que es el talón de Aquiles para las exportaciones hacia Europa, porque a veces se tienen que concentrar envíos desde puertos en Estados Unidos, “por no tener la capacidad de organización entre los sistemas producto para consolidar la carga de gran volumen y hacer propicio que las rutas marítimas corran directamente y estemos llegando en igual competitividad como llega Chile o Argentina u otros países de Latino América”.
En este sentido, puntualizó que el intermediarismo internacional quita entre 20 y 27 por ciento, en algunos casos, del ingreso al productor. El precio del producto mexicano puesto en frontera respecto al precio al consumidor final por pieza aumenta entre 5 y 10 veces, valor que en su parte proporcional deja de ganar el productor.
Padilla Maya comentó que el organismo que encabeza apoya a más de mil 200 productores que representan a mas de 25 mil unidades de producción, quienes ya orientan su exportación hacia otros mercados diferentes a Estados Unidos.
Expresó que se debe trabajar en temas de promoción, logística financiamiento y volver a cuestionarnos en el país “si realmente estamos apoyando la creación de oferta exportable o nada más estamos incentivando a los mismo jugadores y exportadores”. La idea es retomar los esfuerzos de Bancomext, ProMéxico y Aserca en la parte agroalimentaria.