México con niveles de ingreso similares a los de la Unión Europea y Burkina Faso
A pesar de que la inversión del sector público en programas dirigidos al medio rural creció 240 por ciento en la última década, en esas regiones del país se concentra más del 60 por ciento de la pobreza extrema, además en este sector de la población es donde se presenta de forma más marcada la inequidad en los ingresos.
En el país podemos identificar niveles de ingreso similares a los de la Unión Europea y otros iguales a los de Burkina Faso. El PIB per cápita diez municipios más ricos es de 32 mil 720 pesos, contra 600 pesos de los más pobres.
De acuerdo con un estudio del Rimisp-Centro latinoamericano para el desarrollo rural, en las poblaciones con menos de 15 mil habitantes está creciendo la desigualdad no sólo económica, sino educativa, de salud y de oportunidades. Como ejemplo, la tasa de analfabetismo en el sector rural es del 15.6 por ciento, mientras que a nivel urbano es del 4.3 por ciento.
José Antonio Mendoza, secretario técnico del Grupo Dialogo Rural (GDR) de México, aseveró que cabe preguntarse cómo se está distribuyendo la riqueza en cuando observamos que el PIB pér capita promedio de municipios ricos es 50 veces superior al de los más pobres.
Con el nivel económico y de desarrollo de México en menos de diez años debería abolirse la pobreza extrema, aseveró Julio Berdegué, presidente del Rimisp.
Durante la presentación del Informe Latinoamericano sobre pobreza y desigualdad 2011, añadió que México debe tener una mejor política de desarrollo rural y no desarticular programas sociales como Oportunidades, que si bien son buenos, pueden perfeccionarse.
Josefina Stubbs, directora de la división de América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) expresó que el problema de la pobreza rural no tiene que ver con la falta de recursos, sino con la mala planeación de la política pública.
También aludió al hecho de que la criminalidad es un problema que amenaza a toda la región y que puede convertirse en un obstáculo enorme para aliviar la pobreza y la operación de programas en zonas rurales.
Es casi imposible pensar que se puede resolver la desigualdad en el medio rural sólo con inversiones en agricultura. Es necesario generar oportunidades de ingreso a través de actividades no agrícolas, como el pequeño comercio, los servicios e incluso el empleo temporal, eso es algo que ya se sabe, sin embargo, cuando revisamos en que se gastan los presupuestos podemos identificar que un alto porcentaje se destina a apoyos para la adquisición de activos para la agricultura, aseguró julio Berdegué.
También se requiere de descentralizar la generación de políticas públicas para el sector, porque todo se hace desde la Ciudad de México, y las localidades son quienes conocen mejor sus problemas. De esa forma de pueden estructurar políticas diferenciadas y no un único modelo que no responde a las necesidades particulares.
Leonardo Lomelí Venegas, director de la facultad de economía de la UNAM, subrayó que no es suficiente con una buena política social para terminar con el problema de la pobreza, sino que es indispensable acompañar duchas acciones con un entorno de crecimiento económico que facilite la generación de empleos mejor remunerados.
Dos de las válvulas de escape para la pobreza rural son la migración y la informalidad, sin embargo estas ya no son tan viables por la falta el escaso crecimiento de la economía nacional.
Además es indispensable incrementar la inversión en el sector rural, pues a pesar del crecimiento del gasto en la última década, este sigue siendo muy bajo en comparación con lo que se destinaba en la década de los 70.
También es prioritario reformar otros programas como el Procampo, que beneficia a quienes más tienen y que genera serios daños al medio ambiente, subrayó.
Al respecto, José Antonio Mendoza apuntó que ya hay cuatro iniciativas en el Congreso para la reformulación del Procampo, que opera la Sagarpa, y existe voluntad para cambiar su función.