Carestía de alimentos no es efímera: JL. Calva
El escenario de carestía de los alimentos no es efímero, dado que causas estructurales hace prever que los próximos años serán de gran volatilidad y altos precios internacionales, afirmó el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, José Luis Calva.
Durante la presentación del libro Políticas Agropecuarias, Forestales y Pesqueras, el especialista, destacó que, no obstante, “el alza de los precios internacionales de los alimentos, es al mismo tiempo una gran oportunidad para tener un desarrollo agropecuario con campesinos”.
La conjunción de diversos factores –subrayó– configuraron la “tormenta perfecta” en los mercados de alimentos básicos, donde se incluyen la creciente demanda de alimentos y materias primas agrícolas de economías emergentes; la producción de biocombustibles; el cambio climático; y la virulenta especulación financiera en los mercados de futuros de productos agrícolas,
El especialista aseveró que la creciente dependencia alimentaria de México propiciará que para 2012 el gobierno federal destine 30 mil millones de dólares para importar alimentos, es decir, 3 mil millones más que lo que asignó el año pasado.
El encarecimiento de los alimentos importados se ha transmitido al consumidor mexicano, lo que generó un dramático incremento de la indigencia, denominada “pobreza alimentaria”, definida como insuficiencia de ingresos para adquirir la canasta alimentaria básica aún si se destinara el 100 por ciento del ingreso familiar exclusivamente a la compra de comida, explicó el investigador de la UNAM.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Evaluación de la Política Social el número de mexicanos en pobreza alimentaria pasó de poco más de 14.7 millones de personas en 2006 a más de 20 millones de personas, que viven en el mismo país donde vive el hombres más rico del mundo, contrastó.
Por ello, afirmó, debe rescatarse como objetivo estratégico el poner punto final a esta terrible vulnerabilidad alimentaria, “la seguridad alimentaria de los mexicanos no debe dejarse a la deriva de la mano invisible del mercado global”.
Por su parte, el secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, Federico Ovalle Vaquera, expresó que las personas con menores ingresos destinan 40 por ciento de su ingreso para la compra de básicos porcentaje que aumentará si se incrementan los precios de los alimentos.
José Luis Calva, afirmó que en los últimos 30 años de aplicarse el modelo neoliberal los salarios mínimos generales perdieron su poder adquisitivo en 71 por ciento y también los salarios de los contratos colectivos de trabajo en México perdieron 63.5 por ciento de su poder de compra en las últimas tres décadas.
El dirigente de la CIOAC consideró que se requiere garantizar la seguridad y soberanía alimentaria en el país a fin de aminorar el impacto negativo del incremento de precios de granos básicos en el mercado internacional, lo que recaerá en el gobierno entrante encabezado por Enrique Peña Nieto.
Hay una creciente duda en el ámbito campesino respecto a la política que aplicará el gobierno federal que asumirá funciones el 1 de diciembre próximo, porque de continuar marginando al sector social se condenará al país a la total dependencia alimentaria exterior.