Marca colectiva de trucha de región de la Reserva de la Biosfera de Mariposa Monarca
Garantiza que todo el proceso de producción de trucha es sustentable, lo que facilita su acceso a mercados especializados de productos “verdes” u orgánicos.
Con apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), productores de trucha arcoíris de la región de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca consolidaron su marca colectiva “Unión Acuícola Pro-Monarca”, con la cual buscan expandir su presencia en el mercado nacional.
A través de esta marca, que forma parte de las acciones de promoción y apertura de mercados que impulsa la SAGARPA por instrucciones de su titular, Enrique Martínez y Martínez, 31 granjas acuícolas de la región cuentan ahora con un respaldo para poder comercializar sus productos en los principales puntos de distribución del país.
Las granjas de los productores asociados a la “Unión Acuícola Pro-Monarca” se encuentran en los municipios michoacanos de Zitácuaro, Angangueo, Ocampo, Zinapécuaro y Naranjo, y tienen una producción anual estimada en 295 toneladas de trucha.
La marca colectiva “Unión Acuícola Pro-Monarca”, apoyada por la Coordinación General de Promoción Comercial y Fomento a las Exportaciones de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA), que dirige Baltazar Hinojosa Ochoa, garantiza que todo el proceso de producción de la trucha es sustentable y amigable con el medio ambiente, lo que facilita su acceso a mercados especializados de productos “verdes” u orgánicos, e incrementa el valor agregado de este producto acuícola.
Con ello, se da identidad comercial a las truchas de la Reserva de la Mariposa Monarca y se crean las reglas de uso de marca. Esto permite a los productores usar la marca de producción sustentable, lo que ayuda a acceder a mercados especializados en mejores condiciones de comercialización.
Los productores de trucha en la región de la Reserva de la Mariposa Monarca de Michoacán y su área de influencia pertenecen a comunidades de la zona; la mayor parte de las granjas son familiares y se contrata a personas de la misma colectividad para que trabajen en ellas, con lo que se crean empleos adicionales.
Esta acción corresponde a las políticas de apoyo a las zonas de alta marginación, con base en el desarrollo de capacidades productivas de sus habitantes, como se estipula en la Cruzada Nacional contra el Hambre.
La producción de trucha ha permitido paralelamente el desarrollo de otros proyectos productivos, como son los servicios de hostelería y ecoturismo.
Cabe señalar que la trucha arcoíris es un pez que pertenece a la familia de los salmónidos, de color verde, pardo azulado, oscuro en el torso, con tinte más claro en el dorso, posee una franja iridiscente que refleja la luz, de donde deriva su nombre, y tiene manchas negras distribuidas en su cuerpo.
En las granjas de producción de la “Unión Acuícola Pro-Monarca” pueden llegar a alcanzar un tamaño de entre 40 y 60 centímetros, y un peso de 300 a 400 gramos, aunque también es factible que alcancen una talla de dos kilogramos.
Es una especie que tiene un alto índice de reproducción, lo que favorece su cultivo; alrededor de este recurso alimenticio se han desarrollado empleos y centros recreativos, y se ha contribuido en la conservación del hábitat en donde se produce.
Algunas empresas de la Unión cuentan con incubadoras, a partir de las cuales los demás productores obtienen los alevines (crías) que desarrollan en sus estanques para posteriormente comercializar la trucha.
Conforme aumentan de tamaño, las truchas se van cambiando de estanque para evitar que se lastimen; éstos están dotados de sistemas de aguas corredizas, provenientes de manantiales que nacen en regiones boscosas de la zona, por lo que no se utiliza energía eléctrica para su oxigenación.
Fuente: Sagarpa