Mercado mexicano del vino en plena expansión
Cada mexicano consume 600 mililitros de vino al año y la proyección es que llegará a 800 para el año 2016; aún por debajo de los 25 litros que tienen países de Europa.
El mercado mexicano de vino se encuentra en plena expansión, tanto en producción como en consumo, por lo que resulta atractivo para las empresas vitivinícolas del exterior, quienes miran en México un mercado con 120 millones de habitantes, especialmente entre los jóvenes de 25-35 años, un universo potencial para introducir sus marcas.
Nuestro país importa 65 por ciento del vino que consume, mientras que el otros 35 por ciento lo abastecen marcas nacionales, de acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola. Los expertos refieren en que la producción local de la bebida ha crecido en volumen y es de alta calidad.
El consumo per cápita anual de cada mexicano equivale a 600 mililitros, pero la proyección es que llegará a 800 mililitros para el año 2016; aunque dicho consumo dista mucho del registrado en países de Europa, donde el consumo promedio es de 25 litros, o de Chile, en el continente americano, que para 2012 alcanzó los 16 litros por persona.
Autoridades y expertos chilenos en el tema indican que en el mercado mexicano, en volumen, el vino de Chile ocupa el segundo lugar, con una participación del 25 por ciento, sólo después de España, que se ubica como el primero.
La venta de vino en México, según un estudio, creció en el año 2011, cuando alcanzó 67 millones de litros, es decir, 6 por ciento más respecto al 2010. Se identificó que el tipo de consumidores son tanto hombres como mujeres de mediana edad y extractos socioeconómicos medio alto y alto. En los últimos años algunas casas de vino comercializan marcas dirigidas a los gustos de jóvenes de entre 20 y 30 años, donde está creciendo el consumo.
Si bien México registra un consumo muy bajo –Chile lo cuadruplica–, tiene un tremendo potencial, ya que en los últimos años el consumo ha crecido a tasas más elevadas que en otras naciones, y “estamos convencidos que el mercado crecerá y es un país que con 120 millones de habitantes es muy atractivo”, expresa Álvaro Bravo, representante de Terranoble, empresa chilena que produce cerca de 5 millones de litros al año y que comercializa su marca en 27 países
Indica que a través de una comercializadora atacan el mercado mexicano en hoteles y restaurantes, lugares donde los vinos requieren buena representación, son vinos premium, de alta calidad, para paladares exigentes, sin perder de vista que tiene que competir con vinos de Francia o España.
El mexicano, no es un mercado fácil, hay 89 viñas chilenas con las que competimos, además de las marcas de otros países. El pastel irá creciendo año con año y la ventaja es que los vinos chilenos han venido ganado un reconocimiento en México, donde compiten con precio y calidad.
Luis Manuel García gerente regional en la Ciudad de México de la empresa comercializadora de dicha marca, destaca que en el mercado nacional falta mucho conocimiento, hay mercados tradicionalistas y tenemos que hacer énfasis entre los jóvenes de 25-35 años para que puedan probar diferentes tipos de vino.
Los expertos –quienes fueron consultados durante una degustación de vino con la variedad Carménère– señalan que el vino no es una bebida de multitudes, sino que se debe usar en forma selecta para acompañar los alimentos y exaltar los sabores de la comida.
Cabe señalar que Chile es el único país que produce la cepa Carménère en más de 8 mil hectáreas y si la tendencia se mantiene, en la próxima década podría superar las 27 mil hectáreas plantadas de Cabernet Sauvignon.
La variedad Carménère es originaria del viñedo de Medoc, Francia, donde fue atacada por una plaga (filoxera) entre 1860 y 1870, lo cual propició el abandono de cultivo y se pensó que había desaparecido. Sin embargo, algunas cepas de esta uva se siguieron cultivando en Chile, donde primero se confundió con las cepas de Merlot y Cabernet; pasaría más de un siglo para redescubrir la cepa Carménère, cuyos vinos han sido distinguidos con premios internacionales.