México debe reconvertir su agricultura
Por baja producción de oleaginosas importamos 5 mil mdd en pastas y aceites. Sinaloa puede reconvertir 100 mil has de maíz blanco a amarillo: Sagarpa.
México debe avanzar hacia la reconversión productiva de cultivos agrícolas, sobre todo hacia las oleaginosas –soya, cártamo, girasol, canola, ajonjolí–, porque estamos importando más de 5 mil millones de dólares de pasta, aceites y vegetales al año, señaló el director general de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa, Jorge Kondo López.
En entrevista con www.imagenagropecuaria.com, el ex secretario de Agricultura de Sinaloa, puntualizó que de las 350 mil hectáreas de maíz blanco que se siembran en esa entidad, se podrían reconvertir 100 mil has a producción de maíz amarillo; hoy sólo se cultivan 5 mil has, precisó.
Sinaloa tiene que “auto-restringirse”, planear frente a las necesidades del mercado, no tener excedentes de maíz blanco y sembrar otros cultivos. El establecimiento de agricultura por contrato es lo que permitirá el cambio a la siembra de maíz amarillo, consideró.
La Sagarpa sostiene un programa de apoyo al cultivo de oleaginosas en 150 mil has de soya, cártamo, girasol y ajonjolí, las cuales se reconvirtieron en tres años. Los estados involucrados son Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Sonora, San Luis Potosí, Michoacán y Jalisco.
Jorge Kondo recordó que Sinaloa llegó a producir 300 mil has de soya, pero debido a la escasez de agua en verano y la plaga de la mosca blanca, se dejo de cultivar. No obstante, informó que investigadores del Instituto Politécnico Nacional ya trabajan en soya tolerante a esta plaga y si lo logran Sinaloa podrá volver a sembrarla.
Al cuestionarlo sobre por qué no avanzado la siembra de oleaginosas en México, el funcionario federal explicó que el productor no se ha animado porque no tenemos la solidez climática para producir soya en el país.
Respecto al cultivo del maíz en Sinaloa, recordó que se llegaron a sembrar 500 mil has, pero ante problemas climáticos –sequías o heladas– los productores se han ido a otros cultivos, como sorgo y trigo. En la reconversión de maíz blanco por amarillo, expuso, hay un problema de rentabilidad, pero ya existe una demanda de maíz amarillo especial por parte la industria alimentaria, que elabora almidones y aceites, además, el maíz amarillo sinaloense no será transgénico, y el importando sí lo es.
Por otro lado, Kondo López aludió a que en cereales el país tiene muy mal temporal para producir, porque 60 por ciento de su territorio es seco y semiseco, mientras que países como Argentina son muy competitivos en granos, y en los Estados Unidos llueve los suficiente para levantar 10 toneladas de maíz, sin necesidad de riego, de manera natural por lo que el costo de producción es muy bajo. Por ello, necesitamos hacer un cambio tecnológico, que lo daría la segunda generación de los organismos genéticamente mejorados.
En la charla, el funcionario federal dijo que el caso de cebada maltera, a la industria le va muy bien, pero a los productores no. Ahí hay que hacer una reingeniería, porque los cebaderos están pidiendo a gritos apoyo para la reconversión de cebada por otros cultivos, porque levantan 2.5 toneladas y como el precio esta referenciado al del trigo, no les salen las cuentas.
Confió en que la nueva industria cervecera reconozca que tiene que pagar un plus de calidad a la cebada mexicana, que le ha dado prestigio a la bebida elaborada en México.
Reacomodar la agricultura
La reconversión productiva se justifica por dos lados, afirma Kondo López, primero hay que reacomodar los cultivos en regiones donde mejor se producen, tomando en cuenta condiciones agronómicas, de suelo y clima. Hay que identificar para qué es bueno cada entidad del país, aprovechando las ocho regiones agroclimáticas que tiene México, donde hay más de 400 cultivos.
En la zona tropical se puede cultivar cacao, hule, frutas, flores y palma de aceite, que ha llevado a Malasia a ser una potencia, con 30 mil millones de dólares. “Esa es la ventaja que tenemos los países emergentes que estamos cerca del trópico, y no necesitamos competir con los países ricos del norte”, subrayó.
En los estados del norte mexicano –destacó– ya se tiene desarrollado el cultivo de nuez, dátil, uva, pistaches u olivo; Michoacán, Jalisco, Nayarit y Colima, producen berries porque su clima es propicio para ello; hoy se cultivan unas 25 mil has en el país de estas frutillas, pero el potencial de crecimiento es del doble. Este es un cultivo de gran valor en el mercado internacional y la producción en cinco años valdrá más de mil millones de dólares.
Cada región climática –aseguró– tiene ventajas comparativas en ciertos cultivos, aunque también hay que ver el mercado porque no se puede producir aquello que no se compra. Hay veces que se tienen que construir los puentes para llegar al mercado, todo el andamiaje, como lo hizo Nueva Zelandia con el kiwi o Chile con la uva o Perú con el espárrago. La reconversión tiene que llegar a eso.
Por último, el director general de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa comentó que en la economía agrícola las frutas y hortalizas valen 1.7 más que los granos y hay que aprovechar biodiversidad del país para producir otros cultivos de más valor agregado, que sembrar simplemente maíz.
Aclaró que en política diferenciada, nos interesa reducir importaciones, pero no va a ser a costa del ingreso de los productores. Primero hay que pensar cómo le va mejor a éstos de acuerdo a su entorno agronómico y climatológico y cómo le hacemos para producir más granos. “Se puede localizar quienes pueden producir granos y que les vaya bien; y quienes, frutas y hortalizas y también que les vaya bien”.
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Datos de interés
*De las 18 millones de toneladas que se producen de maíces en el país, 90 por ciento es maíz blanco, sólo Chihuahua siembra maíz amarillo, y casi todo lo venden en Torreón a grupos ganaderos.
*La superficie sembrada de canola, soya, cártamo y girasol en 2012 (riego y temporal) fue de 326 mil 974 hectáreas, donde se produjeron 509 mil 606 toneladas.
*Para abastecer la demanda interna de soya, cártamo y canola, sería necesario sembrar aproximadamente 600,000 ha de canola y cerca de 2 millones de hectáreas entre soya y cártamo al año (aproximadamente 2.6 millones de ha); mientras que la superficie actual no cubre el 7% de la demanda anual de la industria aceitera nacional.
Fuentes: SIAP-ANIAME.