Promueven la producción sustentable de alimentos a través del manejo de residuos de cultivos
Con base en la estrategia Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT) promueven la producción sustentable de alimentos a través del manejo de residuos de cultivos, como el rastrojo.
En la presentación del libro “Rastrojos: manejo, uso y mercado en el Centro y Sur de México”, el investigador del INIFAP y coordinador de la publicación, Luis Reyes Muro, expresó que dentro de un esquema colaborativo en el marco del MasAgro diversas instituciones analizaron las funciones de los residuos de cultivos con el objetivo de generar soluciones que aseguren la disponibilidad de alimentos y el cuidado medioambiental.
La investigadora del INIFAP y colaboradora del libro, Mercedes Borja, destacó el papel que han desempeñado los rastrojos en México en las últimas décadas, dentro de lo que resalta su función como alimento para el ganado y, por tanto, como factor para disponer de proteína animal.
En México, indicó, las pajas y el rastrojo son la base alimentaria para el ganado, principalmente en las épocas de escasez de forraje verde, por lo que el 85% del rastrojo de maíz producido en el país se utiliza para la alimentación de animales, lo que a su vez se convierte en carne, leche, pieles y lana.
Expuso que en nuestro país se producen anualmente 45 millones de toneladas de rastrojos o esquilmos, de los cuales el 84 por ciento se obtiene principalmente de cuatro cultivos: maíz (56%), sorgo (16%), trigo (9.8%) y cebada (1.5%).
Agregó que ocho estados de la República concentran el 72.3 por ciento de la producción de rastrojo en el país: Sinaloa (22.9%); Jalisco (10.1%); Guanajuato (9.8%); Tamaulipas (9.4%); Michoacán (6.5%); Chiapas (5.4%); Guerrero (4.3%) y Estado de México (3.9%).
Detalló que los rastrojos representan el 24 por ciento de la materia seca disponible para el consumo animal y 50 por ciento del total de la materia seca producida en una hectárea de grano, lo que significa que por cada kilogramo de maíz se cosecha uno de rastrojo.
La especialista subrayó que la demanda del rastrojo cada vez es mayor también porque existen otros usos como material de construcción, producción de hongos comestibles, fabricación de artesanías, mejorador de suelos en la agricultura de conservación y, sobre todo, como materia prima en la elaboración de biocombustibles.
El rastrojo es parte de un sistema de producción y, por tanto, requiere un análisis interdisciplinario para avanzar en la sustentabilidad del campo y en el mercado de esquilmos en el país para dimensionar la importancia económica de este insumo ganadero, puntualizó.
Por su parte, el director general del CIMMyT, Thomas Lumpkin, hizo énfasis en la contribución de estas investigaciones al conocimiento para comprender el entorno agrícola en México, “ya que este estudio sienta las bases para futuras investigaciones que contribuyan a la seguridad alimentaria”.
El director de Insumos para la Productividad Agrícola de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Marco Antonio Caballero García, reconoció el aporte de estos trabajos a los productores mexicanos; dijo que México debe seguir avanzando hacia una cultura agrícola sustentable y de la no quema.
El funcionario de la SAGARPA resaltó la labor de MasAgro, programa que coordinan en conjunto la SAGARPA y el CIMMYT, para promover la agricultura de conservación y las tecnologías sustentables en el campo mexicano.
Fuente: Sagarpa