México pierde en importación de maíz: crece más del 100%
Las importaciones sin “tablero de control” rebasan 4 millones de tons a mayo; mientras maiceros tienen dificultades por colocar su maíz a precio redituable.
Durante los primeros cinco meses del año, la importación de maíz amarillo de México creció 110 por ciento, al sumar 3.9 millones de toneladas, cuando durante el mismo periodo del 2013 fueron de 1.8 millones de toneladas.
Según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), entre enero y mayo del presente año México desembolsó 893 millones 670 mil dólares para comprar maíz amarillo, un aumento del 50.6 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
En el caso de maíz blanco la importación fue de casi 381 mil toneladas, lo cual equivale a un aumento del 105 por ciento respecto al período homólogo del año anterior, cuando las compras al exterior acumularon alrededor de 185 mil 500 toneladas. El costo de estas compras entre enero y mayo de 2014 fue superior a los 100 millones de dólares.
Las importaciones se dan en un contexto donde los productores nacionales tienen problemas en vender su producto a un precio que les resulte redituable y donde los compradores aprovechan el bajo precio del grano en el mercado internacional.
Al respecto, el subsecretario de Agricultura de la Sagarpa, Jesús Aguilar Padilla, informó que en el caso de la producción maicera, un primer compromiso de la dependencia es hacer una compensación al agricultor, vía paquetes tecnológicos, para llegar a un precio piso de 3 mil 500 pesos por tonelada, pero las organizaciones agrícolas están pidiendo más 3 mil 800 pesos.
Consideró que los productores tienen razón en su petición en virtud de que además del nivel de precios internacionales, los costos de producción se han ido incrementando cada año.
El funcionario federal indicó que para el ciclo otoño-invierno la cosecha de maíz esperada es de 3 millones 700 mil toneladas de maíz blanco y como en todos los granos hay ciclos de precios bajos y ahora anda alrededor de 180 dólares por tonelada, aunque se contrató a 200 dólares.
Aguilar Padilla reconoció que hay una distorsión en la cadena de comercialización, pues al haber una baja de precios, los insumos (granos) para producir no sólo tortillas, sino carne, huevo, leche y pollo, la lógica debería indicar que bajen los precios.
Por ello, anotó que en la Reforma del campo se trabaja bajo esa lógica de que si bajan los insumos deben de bajar los precios o por lo menos estabilizarse.
El subsecretario aseguró que el primer paso que están dando en el gobierno federal es crear un tablero de control, que no es otra cosa que monitorear día a día con datos reales oferta, demanda, inventarios e importaciones, para que no se importe producto cuando se esté cosechando en México.
Por ejemplo, en frijol se tiene una superproducción y, no obstante, hay que importar 100 mil toneladas para completar el consumo nacional; si lo importas en tiempo de cosecha le das más “en la torre” a los productores, por lo que hay que tener ese instrumento de control donde participan diferentes dependencias.