Tlahuitoltepec,Oaxaca.-La indignación y protesta por la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, alcanzaron lo más alto de la Sierra Norte de esta entidad, donde desfilaron, por las calles de esta población incrustada en la cresta serrana de la Mixe Alta, de la mano de la comunidad y autoridades locales, como parte de la conmemoración del CXIV Aniversario de la Revolución Mexicana.
Es momento de una Revolución de Conciencia en la que las armas no tengan voz ni cabida, a fin de cerrarle, así, al Estado la posibilidad de reprimir el libre pensamiento y las reflexiones emanadas de los pueblos y la sociedad en la construcción de un país donde se respeten las garantías y derechos universales a que todo ser humano aspira para vivir en paz y armonía,tanto social como con la Madre Tierra, se dijo por el altavoz en la plaza central de este municipio, como parte del discurso conmemorativo.
“Un año más, de los 114 que hoy se cumplen del movimiento armado de 1910, de corrupción, mentiras, despojo, agresión, hostigamiento y simulación es lo que festeja el Gobierno y siguen padeciendo los pueblos y la sociedad”.
Este es el sentir y la palabra de los ayuujk, autoridades y comunidad, a quienes también se les conoce como mixes. El mensaje va a propósito de la deficiente actuación del Gobierno federal en el caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos de manera forzada el 26 y 27 de septiembre del presente año, por elementos de la policía municipal de Iguala y Cocula. Tema sobre el que el Gabinete de Seguridad del presidente Enrique Peña Nieto ha creado una cortina de humo con mentiras y simulación: binomio, éste, que caracteriza la actual administración en el poder, se dijo.
“Es absurdo que a dos meses de que la policía detuvo y desapareció a los 43 estudiantes normalistas, aún no se pueda dar con su paradero y todo lo quiera arreglar el Gobierno con engaños”, precisaron las autoridades de Tlahuitoltepec.
El mediodía del 20 de noviembre abrió un claro en la nutrida neblina otoñal de la Sierra Ayuujk, dejó asomar algunos tímidos rayos de calor de un Sol desabrido que no lograron calentar los empinados callejones de la comunidad que apenas rebasa los cuatro mil habitantes, pero que, en cambio, las noticias de los desaparecidos atizaron los ánimos de los ayuujk que acompasaron el tradicional desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana de 1910, con las consignas de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Es tiempo, afirmaron, de revolucionar la forma de pensar del pueblo, a fin de erradicar la corrupción, el engaño, la simulación y la demagogia, que durante todo este tiempo (114 años) ha sido el derrotero del Estado y que ya se ha convertido en la forma de vida de la sociedad, de tal suerte que por ello cada día se recrudecen la injusticia, la pobreza, la desigualdad, el abuso, el despojo y se suscitan situaciones como las desapariciones forzadas, las ejecuciones, asesinatos y la inestabilidad social, producto de la inseguridad abonada por el propio Gobierno para someter por medio del terror al pueblo.
