31% de cactáceas del planeta en peligro de extinción
Comercio ilegal y explotación no sostenible, principales amenazas/ México y Brasil son “puntos críticos”
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) reportó que 31 por ciento de las especies de cactus del mundo están bajo amenaza de extinción, principalmente por el comercio ilegal de plantas vivas y semillas para la industria hortícola y su explotación no sostenible.
Lo anterior sitúa a los cactus entre los grupos taxonómicos más amenazados evaluados de la Lista Roja de Especies Amenazadas del organismo, incluso supera a los mamíferos y las aves, según la primera evaluación mundial y más completa de este grupo de especies publicada por el organismo en la revista Nature Plants.
De acuerdo con el informe, los cactus están sometidos a presiones cada vez mayores a causa de la actividad humana; más de la mitad de las mil 480 especies de cactus del mundo son utilizadas por las personas.
El comercio ilegal de plantas vivas y semillas para la industria hortícola y las colecciones privadas, así como su explotación no sostenible, constituyen las principales amenazas para los cactus, afectando al 47 por ciento de las especies amenazadas.
“Estos resultados son preocupantes”, señaló Inger Andersen, directora general de la UICN. “Confirman que la magnitud del comercio ilegal de vida silvestre ‒incluyendo el comercio de plantas‒ es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente, y que el tráfico de vida silvestre atañe a muchas más especies que los carismáticos rinocerontes y elefantes que tienden a ser objeto de atención mundial. Debemos intensificar urgentemente los esfuerzos internacionales para combatir el comercio ilegal de vida silvestre y reforzar la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES), si queremos evitar un mayor declive de estas especies”.
Otras amenazas para los cactus incluyen la ganadería en pequeña escala que afecta al 31 por ciento de las especies amenazadas, y la agricultura en pequeña escala que afecta al 24 por ciento de las especies amenazadas. El desarrollo residencial y comercial, la explotación de canteras y la acuicultura ‒en particular el cultivo de camarón, que se expande a los hábitats de cactus‒ también se encuentran entre las principales amenazas que enfrentan estas especies.
Los cactus son componentes importantes de los ecosistemas áridos del Nuevo Mundo, y son fundamentales para la supervivencia de muchas especies animales. Proporcionan una fuente de alimento y agua para muchas especies, incluyendo venados, ratas de bosque, conejos, coyotes, pavos, codornices, lagartijas y tortugas, todos los cuales ayudan, a su vez, a la dispersión de las semillas de cactus. Las flores de cactus proporcionan néctar para los colibríes y los murciélagos, así como para las abejas, polillas y otros insectos que, a su vez, polinizan las plantas.
Los cactus son ampliamente utilizados por las personas en el comercio hortícola, así como para la alimentación y la medicina. Sus frutos y sus nutritivos tallos son una importante fuente de alimento para las comunidades rurales. El valor nutricional de un tallo de Opuntia ficus-indica ‒cacto de pera espinoso popular en México, donde se le conoce como “nopal”‒ suele compararse con el de un filete de carne de res, y las raíces de especies como el Pezuña de Venado (Ariocarpus kotschoubeyanus), que está clasificada como Casi Amenazada, se emplean como antiinflamatorios.
El comercio de especies de cactus se produce a nivel nacional e internacional y a menudo es ilegal; el 86 por ciento de las cactáceas amenazadas utilizadas en la horticultura procede de poblaciones silvestres. Los coleccionistas europeos y asiáticos son los mayores contribuyentes al comercio ilegal de cactáceas. Los especímenes recogidos en la naturaleza son especialmente codiciados debido a su rareza.
“Los resultados de esta evaluación son una sorpresa para nosotros”, dice Barbara Goettsch, autora principal del estudio y copresidenta del Grupo Especialista de la CSE/UICN en Cactus y Suculentas.
“No esperábamos que los cactus estuvieran tan amenazados y que el comercio ilegal fuera un impulsor tan importante de su declive. Su pérdida podría tener consecuencias de largo alcance para la diversidad y ecología de las zonas áridas y para las comunidades locales que dependen de la recolección de frutos y tallos silvestres”.
Hizo énfasis en que el estudio pone de relieve la necesidad de una gestión más sostenible de las poblaciones de cactus en los países del área de distribución. Con el crecimiento actual de la población humana, estas plantas no pueden sostener niveles tan altos de recolección y pérdida de hábitat”.
El comercio ilegal de cactáceas se ha reducido un poco por la inclusión, desde 1975, de la mayoría de especies de cactus en los Apéndices de CITES y por la mayor disponibilidad en el mercado internacional de plantas cultivadas a partir de semillas. Sin embargo, la amenaza de la recolección prevalece, sobre todo en países en los que no es sino hasta recientemente que se ha puesto en vigor la aplicación de la CITES.
Por ejemplo, el otrora abundante Echinopsis pampana, endémico del desierto de la Puna de Perú, se ha recolectado de forma ilegal para el comercio de plantas ornamentales a tasas tan elevadas que por lo menos el 50 por ciento de la población ha desaparecido en los últimos 15 años. Su pérdida es irreversible ya que las zonas que una vez estuvieron pobladas por la especie han sido sometidas al cambio de uso del suelo para fines de vivienda. La especie está clasificada ahora como En Peligro.
Los cactus son reconocidos por sus formas diversas y sus hermosas flores. Son endémicos de las tierras áridas del Nuevo Mundo a excepción de una especie, Rhipsalis baccifera, que también se encuentra en el sur de África, Madagascar y Sri Lanka.
Los puntos críticos de biodiversidad para las especies de cactus amenazadas incluyen zonas áridas de Brasil, Chile, México y Uruguay. En estas zonas son percibidas como poco carismáticas y sin importancia, a pesar de que son ricas en biodiversidad, por lo que las especies de tierras áridas, como los cactus, a menudo son ignoradas en la planificación de la conservación.
Los autores del informe subrayan la necesidad de ampliar el área de cobertura de las áreas protegidas de tierras áridas y crear conciencia sobre la importancia de la recolección sostenible de cactus en la naturaleza para mejorar la conservación de las especies.
“Los sorprendentes resultados reflejan la importancia vital de la financiación y la realización de evaluaciones sobre el estado de amenaza de todas las especies en los principales grupos de plantas, como los cactus”, apunta Kevin Gaston, de la Universidad de Exeter, quien codirigió la Evaluación Mundial de las Cactáceas. “Solo así tendremos el panorama general de lo que les está sucediendo, en un momento en el que, como lo demuestran los cactus, pueden estar sometidos a una enorme presión humana”.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) participó financiando tres talleres para la evaluación de las cactáceas mexicanas y preparando más de 500 mapas que ilustran su distribución nacional. Los mapas de las especies de cactus mexicanas están disponibles para el públicoen el Geo Portal situado en www.conabio.gob.mx/informacion/gis
Fuente: UICN/Conabio