Aliado contra el hambre: árbol ramón

El árbol ramón (Brosimum alicastrum) prolifera a lo largo de los estados costeros del Golfo de México y del Océano Pacífico —con excepción de la península de Baja California—, pero pocas personas conocen su papel ecológico, sus usos tradicionales, su potencial como base de alimentación pecuaria y humana y su capacidad proveedora de biocombustible para la generación de energía. Realizar una evaluación completa de los servicios ambientales y alimenticios que ofrece fue la misión que se propuso Alfonso Larqué Saavedra, investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
“El proyecto del ramón es un ejemplo del impacto que tiene la ciencia y las ideas innovadoras entre sectores que no apreciamos como sectores generadores de ciencia. El sector forestal se ha dedicado básicamente a generar celulosa para el papel, para muebles y pocas veces se le ha visto en una idea que yo considero revolucionaria”, comentó en entrevista José Franco López, director del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Larqué Saavedra describió los alcances de la producción del árbol ramón, que se presenta como una estrategia innovadora para apoyar la Cruzada Nacional contra el Hambre y para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
“Lo primero que hicimos fue conocer cuántos kilos de semilla produce un árbol, qué sexo tienen los árboles, cuáles son los que producen y en qué meses del año lo hacen, estas sencillas preguntas fueron las que nos mostraron que se debía hacer trabajo básico, lo maravilloso es que aquí hay muchas personas que lo conocen y lo usan. Estas fueron las primeras investigaciones y aprendimos que existen dos picos de producción de semillas durante el año”, declaró.
El ramón requiere alrededor de cinco años para empezar a producir semillas en condiciones naturales, y una vez que llega a esta etapa produce en promedio entre 95 y 100 kilogramos por año; sin embargo, en 2014 alcanzó un total de 145.6 kilogramos de semilla por árbol. El patrón de producción indica que no se producen solamente en una ocasión, sino que se producen en dos épocas del año que se ven favorecidas por las condiciones climáticas, aun sin que las poblaciones tengan un manejo específico para conservarlos, es decir, no están sometidas a manejos de fertilización o problemas de riego.
“Cuando tuvimos esos datos lo primero que hicimos fue comparar el ramón con otras especies forestales para ver qué tanto produce en comparación con encinos, nogales o castañas. De tal forma que todos los estudios que hacíamos nos llevaron a comprobar que era verdaderamente un monstruo en producción de semillas”, puntualizó Larqué Saavedra.
Alimentación pecuaria
Venados, jabalíes y cerdos pelones son algunos de los animales que les encanta el ramón. Además, con la peletización de las hojas de ramón se observó que también las cabras, el ganado bovino, gallinas y conejos pueden utilizarlo como fuente de alimento, con un costo mucho menor al de la alfalfa fresca. Entre sus características, se resalta que es un producto orgánico ya que para su manejo no se utilizan pesticidas.
“Hicimos los pellets del follaje del ramón; del fruto hicimos hojuelas como si fueran corn flakes para los animales y empezamos a ver precisamente la posibilidad de registrar el nombre para poderse comercializar. Ya está registrado, se llama Maya Óox y en sus etiquetas están precisadas las características nutrimentales”, apuntó Larqué Saavedra
Valores alimenticios de la harina Maya Óox
La ingeniería básica de transformación de semillas de ramón en harina permitió revisar su calidad y su biomasa. “Pronto supimos que tenía una cantidad de carbohidratos impresionante, que está arriba de 70 por ciento en algunos casos, y veíamos también el contenido de proteína tan alto que tiene, alrededor de 13 por ciento, lo que lo coloca en una posición verdaderamente excepcional”, señaló Larqué Saavedra.
El árbol ramón también tiene cantidades considerables de minerales como calcio, zinc, magnesio y potasio, así como vitaminas y ácido fólico, de acuerdo con los análisis realizados en semillas (con testa y sin testa), hojas, pericarpio y frutos complejos. Además, se evaluó la cantidad de kilocalorías que su consumo puede generar, el contenido de fibra dietética y de proteína.
Otro factor importante ha sido la evaluación de la cantidad de coliformes, hongos y patógenos que puede presentar la harina de ramón, demostrando que no representa ningún riesgo para la salud.
La harina Maya Óox es libre de gluten con información certificada por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), lo que permite posicionar la marca como un producto de alta calidad consumible para las personas que padecen la enfermedad celíaca.
De esta manera, Maya Óox se presenta como un competidor comercial con las tres principales marcas de harina sin gluten que existen en España e Italia. Tras realizar estudios comparativos con el producto que ofrecen las marcas comerciales europeas, los investigadores mexicanos descubrieron que Maya Óox contiene una cantidad de fibra y de proteína muy superior a las de aquellas, además de contar con una buena capacidad antioxidante.
El proyecto ha involucrado también la realización de ensayos para fortificar la masa del maíz utilizando ramón en el proceso de nixtamalización. De esta manera se obtienen tortillas enriquecidas con los nutrimentos del ramón, lo que puede representar una estrategia de alimentación en las comunidades con mayores índices de desnutrición.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt