Cultivan pepino de mar
Atendiendo a la demanda de alternativas a la producción pesquera frente a la sobreexplotación del pepino de mar, la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabaja en el desarrollo de la tecnología de sistemas para cultivo, reproducción en cautiverio y cría larvaria de este organismo.
Debido a la intensificación de la sobreexplotación del pepino de mar estimulada por compradores chinos en lugares como México y Centroamérica, en el año 2007 iniciaron los primeros trabajos de investigación con el apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Fundación Produce Yucatán y el Fondo Mixto de Conacyt y el gobierno de Yucatán.
“No se sabía nada de la especie de interés local, el pepino de mar café Isostichopus badionotus, por lo que fue necesario basarnos en la información disponible de especies semejantes en otras partes del mundo, especialmente en Asia. Empezamos por definir qué tipo de sistema era el adecuado para mantenerlo en buenas condiciones en cautividad, monitoreando los parámetros físicos y químicos del agua y ahí nos dimos cuenta de que el organismo es muy sensible al manejo y las condiciones ambientales, observando que se estresa muy fácilmente y comienza a tener problemas”, indicó Miguel Ángel Olvera Novoa, líder del proyecto.
Uno de los principales síntomas de estrés del pepino de mar son las ulceraciones en la superficie del cuerpo que pueden provocar su muerte en horas, así como en menor medida la evisceración, es decir, la expulsión de sus vísceras, mismas que regenera en aproximadamente 30 días. Para evitar estas reacciones, era necesario mantenerlo en condiciones óptimas en el sistema de cultivo.
Además de definir las condiciones óptimas de cautiverio, el principal reto consistió en desarrollar una estrategia de alimentación que los mantuviera saludables y aptos para la reproducción. Se probaron todas las estrategias recomendadas por la literatura, incluyendo el uso de dietas artificiales para otros organismos tales como camarones, peces, inclusive conejos y aves, sin lograr su aceptación.
“Finalmente se definió que la mejor opción era el uso de harinas de macroalgas mezcladas con arena y suplementadas con nutrientes esenciales, estrategia de alimentación que se ha ido mejorando y que permitió que los animales se mantuvieran en buenas condiciones para su reproducción en cautiverio”, apuntó Olvera Novoa.
El siguiente paso en la investigación fue la evaluación de distintas estrategias para inducir al desove controlado. En el año 2010 se lograron las condiciones de cautiverio idóneas que permitieron que el organismo desovara de manera espontánea, sin ningún tipo de manejo, con lo cual se inició la segunda etapa del proyecto relacionada con la cría de larvas y el seguimiento de todo su ciclo vital.
Comportamientos de reproducción
El pepino de mar tiene sexos separados, es decir, no presenta un dimorfismo sexual, por lo que no es posible diferenciar entre el macho y la hembra. Son animales de hábitos nocturnos, por lo que el proceso de desove ocurre durante la noche. Es un organismo que presenta fecundación externa, lo que significa que los productos sexuales son liberados al medio ambiente. Esta estrategia les garantiza que haya esperma en el agua y ocurra la fecundación.
“Esta es una situación importante desde el punto de vista del manejo, porque los conocidos como “bancos” por los pescadores, que es donde capturan el pepino, son poblaciones densas de organismos conocidas en términos biológicos como agregaciones reproductivas. Por el tipo de hábito reproductivo que tienen, necesita haber una densidad adecuada de organismos y estar muy próximos unos a otros para garantizar el éxito reproductivo; si se sobreexplota el “banco” quedan muy pocos animales y además dispersos, lo que afecta seriamente la viabilidad de esa población” indicóel investigador.
Sistemas de incubación
Los desoves en cautiverio son colectados y mantenidos en un sistema de incubadoras donde se lleva a cabo el desarrollo larvario. La larva permanece en la columna de agua durante aproximadamente 20 días, a lo largo de los cuales se desarrolla en tres etapas características por su morfología y hábitos alimenticios. En la primera etapa, la larva (fase auricularia) es fitoplanctotrófica no selectiva de vida libre. La segunda corresponde a una fase de transición, en la cual la larva pasará de vida planctónica hacia la vida bentónica mediante un proceso de metamorfosis (fase doliolaria) y búsqueda de un sustrato idóneo para asentarse. La tercera fase inicia cuando la larva se asienta en un sustrato en el fondo, donde terminará su desarrollo (fase pentáctula). En esta última fase, el organismo ya es de vida bentónica, donde se transformará en juvenil.
Importancia ecológica
La importancia ecológica del pepino de mar es fundamental desde el punto de vista de la calidad ambiental del fondo marino. Debido a sus hábitos alimenticios, este organismo es el encargado de mantener vivo el fondo del mar, que constantemente recibe materia orgánica proveniente de las heces de otros animales, restos de vegetales, animales, etcétera.
Al llegar al fondo, la materia orgánica inicia un proceso de descomposición que implica consumo de oxígeno, por lo que sin la existencia del pepino de mar el fondo quedaría anóxico, con condiciones adversas para la vida de cualquier especie y, en especial, aquellas que viven asociadas a él. Ejemplos de estas son la langosta y el pulpo, especies muy importantes en las pesquerías de Yucatán.
“Que el fondo esté oxigenado implica que habrá un ciclo de nutrientes para la productividad primaria. Entonces, cuando el pepino de mar está removiendo el sedimento del que se alimenta, permite la oxigenación, evita la estratificación y recicla la materia orgánica que cae, regresando a la columna de agua algunos nutrientes que serán utilizados por el fitoplancton para continuar soportando la cadena trófica. Si eliminamos el pepino de mar, estaremos afectando todo el proceso de limpieza, con lo que podemos esperar efectos adversos de todo el ciclo productivo en esa área”, expresó Olvera Novoa.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt