Luciérnagas, iluminan los senderos de Nanacamilpa
La luciérnagas iluminan los senderos de Nanacamilpa, Tlaxcala, y se han convertido en un verdadero espectáculo, una atracción turística sui generis que, sin embargo, es necesario cuidar para no poner en riesgo su entorno.
Nanacamilpa, Tlaxcala.- La luciérnagas no cesan de volar en todas direcciones. Por momentos se posan sobre algunos de los visitantes. Enmedio de la oscuridad mi cabello brilla por la presencia de estos insectos que, generosos, comparten su luminosidad. Otras descansan sobre mis brazos y piernas. Permanezco inmóvil para no perturbarlas. Dejo que descansen sobre mi cuerpo.
Minutos antes de entrar al santuario de las luciérnagas el guía nos invita a repetir una oración: “Te pedimos a ti Madre Naturaleza nos permitas la entrada a tu bosque. Venimos con la plena conciencia de cuidar y respetar tus plantas, tus árboles, tus animales y todo ser vivo que se encuentre dentro de ti. Que el espíritu del guardián del bosque nos guíe y nos proteja”.
Una vez que nuestras voces se han apagado, caminamos en silencio por un estrecho camino. Paso a paso recorremos los senderos que nos indica el guía para no afectar a estas nativas luminosas del bosque del Pueblo de San Felipe Hidalgo en Nanacamilpa, Tlaxcala.
Con la inquietud de conocer el espectáculo natural que brindan las luciérnagas, un grupo de visitantes nos adentramos por los senderos que llevan al lugar donde viven estos pequeños insectos luminosos, que en realidad son de la familia de los escarabajos.
A las 8:30 de la noche, como si tuvieran un reloj bien sincronizado, empiezan los pequeños destellos luminosos de las luciérnagas. Como pinceladas flourecentes sobre un lienzo comienzan a marcarse en medio de la oscuridad del bosque. Las luces asemejan focos navideños intermitentes, que poco a poco iluminan el entorno. A ratos se torna un momento onírico.
Este instante se origina por la necesidad de apareamiento de la especie. Son los machos son quienes vuelan, iluminando la noche, y se desplazan por todo el lugar buscando a sus hembras, quienes dispuestas esperan al raz de la tierra.
Las hembras también producen su luz, aunque es más tenue que la del macho y no vuelan. Una vez que son fecundadas depositan los huevecillos en el suelo, razón por la cual los visitantes sólo pueden caminar por los senderos establecidos, de los contrario pueden matar a la hembra y los huevecillos. También es necesario guardar silencio, porque el ruido perturba a las luciérnagas.
La larva se alimenta de caracoles y babosas, nos explica la guía, estado en que permanece ocho meses. En los meses de abril y mayo se convierte en pupa. Ya después de junio a agosto salen las luciérnagas en busca de fecundar a la hembra. Una vez que los huevecillos se liberan, la hembra muere.
Así, entre la oscuridad y el bosque el espectáculo de la danza de las luciérnagas da inicio. En busca de una fotografía que capture el momento nos sentamos en el sendero. Esta tarea se complica porque esta prohibido el empleo de flash o cualquier tipo de luz, pues esto afecta a la especie e incluso puede ocasionar su muerte. Tratamos de capturar con mucho cuidado alguna imagen que nos permita retratar este hermoso paisaje de la naturaleza.
Una vez transcurrida una hora, poco a poco se fueron apagando las luces y la obscuridad se apoderó del lugar. Como no esta permitido encender luces tuvimos que avanzar con pasos pequeños para no tropezar con las ramas o hierba y salir del lugar.
Las personas del lugar dicen que desde hace 10 años empezaron a llegar turistas para ser testigo de este espectáculo. Sin embargo, desde hace cuatro años se ha intensificado su presencia, lo cual es preocupante cuando los visitantes no cuidan el lugar y no hacen caso de las reglas que indican los guías, ya que pueden acabar con las luciérnagas.
¿Porque son luminosas?
La luminosidad de las luciérnagas se debe a que tienen unos órganos especiales que se ubican bajo el abdomen. Cuando absorben oxígeno, éste se combina dentro de las células especiales con una sustancia llamada luciferina y reacciona produciendo luz sin apenas generar calor.
La luz de la luciérnaga pudiera servir como mecanismo de defensa, al emitir una señal clara de que el insecto no es un bocado apetitoso.
De acuerdo con el Instituto de Biología de la UNAM en el mundo existen alrededor de 2,000 especies de luciérnagas, en México se distribuyen 22 géneros, el número de especies registradas en el territorio nacional asciende a 164, de las cuales 84 son endémicas.
Y en el año 2012 la luciérnaga que se ubica en Nanacamilpa, la Macrolampis palaciosi, es considerada como una nueva especie propia de los ecosistemas de la región.
La temporada en que se pueden observar las luciérnagas en Nanacamilca es del 15 de junio al 15 de agosto y se recomienda siempre ir acompañado de un guía para evitar contratiempos o accidentes.
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Nanacamilpa
Significa “Tierra de Hongos”, se localiza al poniente del estado de Tlaxcala, su zona boscosa de 3 mil 121.39 hectáreas compuestas por bosques de oyamel, encino y pino se caracteriza por su clima templado y húmedo, a una altura de 2 mil 800 metros sobre el nivel del mar.