Grandes pendientes en materia de productos orgánicos de la 4T
En materia de producción, certificación y comercialización de productos orgánicos el gobierno federal tiene grandes pendientes que dejo la administración anterior, como los cambios en la regulación, la aplicación correcta de la ley y la búsqueda de equivalencias con las normas orgánicas estadounidense y europea, que siguen en entredicho.
Lo anterior de acuerdo con el director ejecutivo de CERTIMEX, Taurino Reyes Santiago, quien comentó que en enero pasado los representantes del sector orgánico se reunieron con autoridades del SENASICA para poner en la mesa lo que se ha trabajado y retomar los pendientes.
“Ellos están con disponibilidad y con urgencia de entregar resultados. Hay muchos pendientes que ojalá se retomen y concreten, porque sino va a quedar en mero dicho como un poco en el gobierno anterior, que hubo muchas ideas y trabajo y al final no se tomó en cuenta o se quedó en buenas intenciones”.
Entre los pendientes más importantes están los cambios en la regulación mexicana en materia de orgánicos, donde hay que hacer algunos ajustes a los lineamientos, existen unos 30 artículos que necesitan cambiarse porque hay varias contradicciones en el documento y eso complica su aplicación en el terreno.
En el tema de insumos, por ejemplo, el documento señala que todas las sustancias comerciales tienen que ser aprobadas por un “comité de expertos”, que hoy en día no funciona. Ahí también se plantea tener dos listas para insumos orgánicos, una contemplada en el mismo reglamento, que es de sustancias genéricas que se pueden usar para hacer algunos insumos, y otro punto habla de sustancias comerciales, que serían preparados o algún producto comercial. Esto es improcedente porque si la lista de sustancias genéricas que es más pequeña no se puede mantener actualizada con la regulación internacional –que es muy dinámica– mucho menos una de marcas comerciales, lo cual sería imposible y estaría en incumplimiento con los reglamentos internacionales para productos orgánicos.
Estas contradicciones es lo que más problemática ha generado en la reglamentación vigente como lo han observado los evaluadores de la Unión Europea y de los Estados Unidos a la hora de analizar las posibilidades de equivalencia con la legislación mexicana. “Ahí está el atorón. Necesitamos que las autoridades revisen estas situaciones que generan problemas a la hora de certificar los procesos en nuestro país”.
El largo camino de las equivalencias orgánicas
Taurino Reyes recuerda que en la búsqueda de equivalencias desde 2015 se iniciaron reuniones con autoridades estadounidense del NOP y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), cuando hubo una visita de este personal a México para conocer la situación del sector orgánico y desde ese año hasta el 2018 se hizo intercambio de información. Luego el SENASICA fue a Estados Unidos para evaluar cómo opera el NOP y se estaba llegando a un acuerdo de equivalencia para permitir que los productos orgánicos que se certifican bajo regulación mexicana se pudieran exportar hacia territorio estadounidense y ellos enviar productos con la NOP hacia México. Esto no se logró.
Con la Unión Europea había un proceso similar. Autoridades europeas, vinieron a evaluar en diciembre pasado por segunda vez y están analizando ese reporte. Funcionarios de la Secretaría de Agricultura en Bruselas son muy optimistas y piensan que el acuerdo de equivalencias se firmará por agosto de este año. Sin embargo, acota Reyes Santiago, nosotros no estamos tan seguros porque hay mucho trabajo interno que hacer para demostrar que tenemos un sistema nacional de control equivalente a europeo o al estadounidense, ya que nos exigen que el sistema nacional esté funcionando en México y aún falta mucho por hacer.
El director de CERTIMEX reconoce que hay intentos y personal del SENASICA ha estado recabando información y ha ido a las certificadoras para hacer algunas verificaciones, donde han encontrado áreas de oportunidad (No cumplimientos); el problema es que no dan el siguiente paso, porque no determinan que si un certificador no funciona se quita de la lista de organismos aprobados por no demostrar la competencia técnica que pide la normativa. Dan plazos y cuidan un poco las formas, no la aplicación de la norma.
Para Reyes Santiago la forma de resolver esto es básicamente aplicando la Ley de productos orgánicos que, a pesar de observar áreas de adecuación, puede ser funcional, pero la autoridad todavía no demuestra un control efectivo del sistema de producción orgánico. Hay situaciones como la competencia técnica de organismos de certificación que han estado operando en México; muchas son oficinas comerciales no certificadoras. A la hora de evaluarlos no se ha podido tener ese control; en general hay muchas quejas de etiquetas fraudulentas en el mercado y la autoridad no actúa. Eso es lo que las autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea están observando.
Falta aplicar la ley porque, por ejemplo, hay varios organismos que no han demostrado tener una acreditación con la norma ISO IEC -17065 y están operando. Pero no es problema de éstos, sino de la autoridad (SENASICA) que no puede aprobar algo incompleto.
En el aspecto de legislación, la Ley de productos orgánicos necesita algunos ajustes porque cuando se promulgó, en 2006, había un contexto y no había una autoridad responsable, un sello o ciertos organismos. Hay algunos problemas con la integración del Consejo Nacional de Producción Orgánica (CNPO) que ha servido como un espacio donde la Secretaria de Agricultura pide cuentas a las dependencias u oficinas y no se cumplen las funciones que se establecen en la Ley de Productos Orgánicos para el CNPO; es algo que hay que corregir.
También se delegan muchas tareas al SENASICA, como la regulación cuando hay un área encargada de esto en las secretarías de Agricultura o de Economía y hace tareas de verificador como lo hacen los organismos de acreditación, esto genera confusión y re-trabajo, costos innecesarios, el SENASICA debe aprobar y vigilar el cumplimiento de la Ley de Productos Orgánicos y dejar a las acreditadoras que verifiquen el trabajo de las certificadoras y estas certificar a los productores. SENASICA tiene muchas responsabilidades y, a veces, por su propia competencia o alcance se queda corto; no tiene suficiente infraestructura para abarcar todos estos temas y estamos trabajando contracorriente con respecto a otros países.