Impulsan agricultura incluyente: Sader
En México existe un rezago en el desarrollo económico y social, “en particular en el medio rural, y principalmente en la región del Sur-Sureste, rezago que entre todos habremos de corregir” señaló el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Este gobierno -aseguró- se ha comprometido a revertir esta injusta situación e impulsar una agricultura incluyente, sostenible y equitativa, que fomente mayor productividad por parte de los pequeños productores que viven en condiciones de marginación, y que son quienes aportan el 40 por ciento de los alimentos que consumimos.
En el marco del Foro Agrícola Tabasco 2019 –organizado por la Agencia EFE y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA)-, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) expuso que las actividades primarias en el país presentan una situación dual.
Precisó que, de las 5.4 millones de unidades económicas rurales, menos de un millón, equivalente al 18.7 por ciento, se dedican a la agricultura empresarial con grados muy diversos de competitividad y participación en el mercado.
Por otro lado, 4.3 millones de unidades económicas rurales, igual al 81.3 por ciento, tienen como característica la agricultura familiar mayoritariamente de subsistencia o autoconsumo (1,192, 029) o con limitada vinculación al mercado y en transición a las actividades empresariales (3,139, 105) y con ventas menores a los 100 mil pesos, detalló.
Detrás de esas cifras, añadió, se asoma el potencial productivo del campo mexicano, el cual constituye un efectivo punto de partida para su transformación, toda vez que los productores, de todo tamaño, son actores fundamentales de este cambio.
La participación integral de los productores contribuirá a un crecimiento económico del campo que garantice suficiente oferta interna de alimentos y materias primas agrícolas, a través de políticas diferenciadas, “con énfasis muy especial en el pago de la deuda social que tenemos con los campesinos de México”, subrayó.
Al referirse a los programas prioritarios (Precios de Garantía, Crédito Ganadero a la Palabra, Fertilizantes y Producción para el Bienestar), indicó que el fomento a las actividades productivas de los pequeños productores rurales, a través del establecimiento de precios de estímulo, propiciará el incremento del ingreso de los pequeños productores agropecuarios de maíz, frijol, arroz, trigo panificable y leche.
“Queremos acompañar con asistencia técnica, extensionismo e insumos a los pequeños productores que tienen predios de hasta 20 hectáreas; y pretendemos estimular el desarrollo de nuevas técnicas de producción con la promoción y el uso del conocimiento científico y la tecnología para la innovación productiva en el campo”, aseveró.
Enfatizó la buena disposición en gran parte de los agro-empresarios para apoyar las tareas de este gobierno, colaboración que se ha expresado, por ejemplo, en la negociación de un nuevo acuerdo comercial con los Estados Unidos de América y Canadá, buscando un comercio justo entre los países, basado en reglas claras.
La actual administración federal “da prioridad a programas sociales que incidan en la disminución de la pobreza y en el incremento de la seguridad alimentaria; pero al mismo tiempo, propone una mayor integración de las cadenas de valor para fortalecer el mercado interno, generando riqueza con inclusión” indicó.
En esta dinámica, agregó, el campo mexicano será fuente de alimentos para los mexicanos y opción de desarrollo para los productores rurales, su transformación contribuirá a que las mujeres y hombres de las zonas rurales tengan mejor calidad de vida y contribuyan a que el campo se constituya en pilar de la seguridad alimentaria y el desarrollo del país.
Todo lo anterior, afirmó, será posible con un gobierno eficaz, participativo e incluyente, que sirva a la gente y erradique la corrupción, lo cual sentará las bases en la construcción de un México donde el crecimiento económico venga acompañado con bienestar para todos,
“En el caso del sector agrícola están muy claros los dos objetivos estratégicos que queremos lograr: rescatar al campo de las condiciones de abandono en que se encuentra; y, alcanzar la seguridad alimentaria nacional con soberanía”, remarcó el funcionario federal.